La frase se repitió cada vez que los seleccionados dialogaron, brevemente, con los periodistas de la cadena ESPN en Uruguay: “Nos hemos preparado como nunca”.
Lo dijeron Ignacio Silva, Felipe Brangier y Juan Pablo Larenas, entre otros. Definían así la ambición de los Cóndores de clasificar a la Copa del Mundo de la especialidad, que se disputará el 20 y 22 de julio, en el estadio AT&T Park, de San Francisco. Para eso, será esencial el rendimiento de Brasil, Colombia, Chile, Paraguay y Uruguay en los torneos de Punta del Este, que concluyó ayer, y Viña del Mar, que se disputará el próximo fin de semana. Los cinco pelean por dos cupos.
En el tradicional balneario uruguayo, o en rigor en la vecinísima ciudad de Maldonado, los Cóndores dieron cuenta de esa preparación y esos afanes en los partidos iniciales: vencieron a Alemania (21-12), Sudáfrica (19-10) y Paraguay (33-12).
Daban cuenta así, además, de un progreso notorio, que en noviembre les significó vencer a los All Blacks en Silicon Valley, justamente muy cerca de San Francisco.
Con esos antecedentes, la escuadra dirigida por el ex segunda línea Edmundo Olfos se adjudicó de manera impecable el Grupo A y clasificó a la lucha por la Copa de Oro. Debido a su buen desempeño, le correspondió enfrentar a algún equipo que fuera uno de los dos mejores terceros. Y la fortuna quiso que fueran precisamente los alemanes.
Esa suerte, sin embargo, no significó una victoria fácil. Eso, pese a que a los seis minutos los Cóndores ya habían anotado tres tries.
En ese lapso, Marcelo Torrealba mostró todo su talento y organizó los ataques que concluyeron con tries de Ignacio Silva (2’), el propio Torrealba (4’) y Felipe Brangier (6’). Luego, los rivales recuperaron algo al aliento gracias a la visita al in goal de Carlos Soteras-Merz, hijo de chilenos que juega por las Águilas, y Jarrod Saul, quien apoyó a tres minutos del final y puso algo de incertidumbre en el cierre.
Así, los chilenos alcanzaron las semifinales, donde vivieron un partido extraordinario ante Uruguay.
Los locales decidieron jugar muy agrupados y complicaron a los Cóndores, quienes perdieron el orden que los había caracterizado en sus compromisos previos. Así, Gabriel Puig ya anotó a los tres minutos, try que fue convertido por el infalible Guillermo Lijtenstein, lo que se repetiría tres minutos después, pero con Felipe Etcheverry visitando el in goal.
Así se fueron al descanso y cuando apenas se cumplía el minuto vino el primer try chileno, gracias a Benjamín de Vidts, quien concluyó con su velocidad habitual una gran acción colectiva. Marcelo Torrealba convirtió desde una posición algo incomoda y las esperanzas renacieron.
A dos minutos del final, Martín Verschae rompió un par de tackles y logró lo que parecía imposible: poner la ovalada bajo los palos y facilitar la tarea de Torrealba, quien estableció la paridad sin mayor riesgo.
Cuando todo sugería el tiempo extra, se produjo un penal, pero los chilenos siguieron jugando con la ventaja, tratando de mover la pelota al ancho de la cancha. La tarea no fructificó y el juez decidió volver al penal que, frente a los palos, Torrealba convirtió cuando ya no había más tiempo. La celebración del medioscrum chileno, sin embargo, provocó la reacción de los uruguayos, aunque finalmente se trató de un altercado menor.
De esta manera, los Cóndores ganaron su boleto a la final ante Sudáfrica, que en la otra llave había superado a Francia por 24-14. Un rival conocido para los Cóndores, al que en la fase grupal superaron por 19-10.
Sin embargo, el siete de Olfos sufrió una derrota sin atenuantes. Perdió por 21-5, en un partido que mantuvo controlado durante el primer tiempo, pero que terminó entregando ante el mayor fondo físico que exhibió el joven equipo de los BlitzBoks (cuyo integrante más experimentado apenas tiene 24 años).
De cualquier modo, los Cóndores dieron un paso esencial en el camino a San Francisco, pues aseguraron puntos por sobre Uruguay, Brasil Colombia y Paraguay.
Considerando que en Viña del Mar se completará el minicircuito, las opciones de obtener el cupo mundialista parecen muy altas.
Fuente: La Tercera
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