Uruguay desafía la historia, derrota a Fiji en la Copa del Mundo de manera emotiva y consolida su ascenso en la región

Uruguay's players celebrate with the crowd after winning over Fiji during the Rugby World Cup Pool D match in Kamaishi, northeastern Japan, Wednesday, Sept. 25, 2019. (Naoya Osato/Kyodo News via AP)


Estuvimos presentes en un partido extraordinario, lo mejor que va del mundial. Apasionante, emotivo, en un escenario único y sin precedentes para el rugby de nuestro continente, Uruguay derrotó a Fiji por 30 a 27 en un Mundial y dejó el nombre de Uruguay y Sudamérica Rugby en lo más alto. 
Fuimos de la poca prensa en español que hicimos el largo viaje para ver de cerca a un seleccionado uruguayo que prometía shockear al mundo, mostrar lo avanzado y cortar porque no de raíz el mito sudamericano que los equipos isleños del pacifico son invencibles. 
Uruguay la hizo, como diríamos en Chile, se graduó oficialmente en los mundiales. Celebran su rugby y sus clubes. Celebra Sudamérica Rugby, sus naciones que la integran y sus proyectos por venir. Nuestro clásico rival está cada día más lejos. Preocupante para Chile Rugby porque nuestro socio estratégico, como se les llama ahora a los países vecinos, evolucionó y es cada vez más de elite. A despertar la ovalada nacional, dirigentes sobre todo, porque es ahora o nunca.


Por Felipe Cáceres
Corresponsal RWC Japón 2019.

Más de 600 km fue el viaje desde Tokio a la Provincia de Iwate y sumados a más 10.000 con nuestro continente. Viajes en bus, tren, unos lentos y otros a gran velocidad, tan rápidos como pasan las oportunidades en el rugby de estos tiempos. Un chileno cubriendo a Los Teros. Los uruguayos que nos encontrábamos en la calle a buenas luces entendían la razón. Del Trébol, Los Cuervos, del Old Christian, del Montevideo Cricket, del PSG…de varios más. Un grupo reducido, no más de 130, pero todos tenían alguna conexión con Chile. El vínculo está presente más allá de la gran tragedia de los Andes. En Kamaishi, un pueblito de pescadores, escondido en unos cerros, azotado por un tsunami y reconstruido en su totalidad, es un fortín de rugby en donde el único deporte se conoce y se practica es la ovalada. World Rugby ayudó a la reconstrucción. Agustín Pichot y Brett Gosper, vicepresidente y CEO de World Rugby respectivamente presentes en las tribunas. También Mister Mori, presidente de la Japan Rugby Union, quien es oriundo de la zona. 

Kamaishi es una de esas historias sin fin y allí los Teros capitalizaron todo lo que les ofrecieron: el entorno, el momento, la preparación, el desarrollo con el que llegaron a Japón y también ayer en cancha las oportunidades que ofrecieron los isleños. Fiyi, conocidos por su poca disciplina táctica y por ese desorden de cual saca su provecho ofensivo ingresaba al campo de juego con doce cambios respecto al partido debut en el que tuvieron contra las cuerdas a Australia, el dos veces mejor equipo del mundo. Los Teros fueron mirados por sobre el hombro.

Ya en la previa los colegas europeos, fijianos, japoneses y americanos nos preguntaban si Uruguay tenía posibilidades. La única proyección que nos animamos hacer era la de llegar a los últimos 20 minutos todavía con opciones de partido. Una jerga común en el rugby que se usa para solicitar un empate técnico y luego definir con el temperamento y lo que te da la vida. El sudamericano tiene ese plus les explicaba. Lo cierto es que Uruguay construyó el resultado con mentalidad ganadora en un partido impecable en el que casi no cometió errores y frenó cada intento de Fiyi por acelerar el juego. Fue territorial, igualó el contacto, tomó la posesión y de ahí en más propuso más que solo defender…tuvo protagonismo, atacó, logró quiebres, hizo la receta de todo buen resultado. Hombre a hombre tuvieron rendimientos desiquilibrantes. 

Uno de ellos fue Santiago Arata, de veintitrés años, medio scrum que juega en la liga estadounidense abrió la ruta tomando decisiones como si llevase una vida en los mundiales. También Felipe Berchesi apertura que le dio explosividad a los ataques. Juan Manuel Gaminara el Capitán y espíritu del equipo, fue el socio de todos y apareció en cada jugada para apagar los incendios y mantener la bendita ovalada en manos celestes. La primera línea no aflojó. Sanguinetti, Kessler y Arbelo, salvo el primero, todos jóvenes forwards del torneo uruguayo pero trabajados para competir en la elite y que no deberían demorarse en firmar contrato una vez terminado el mundial. Arbelo, del Montevideo Criquet, en su tiempo libre es taxista de Uber, fórmula laboral que maneja para tener alguna renta y tiempo libre suficiente para entrenar a este nivel.

Uruguay en este mundial presentó más jugadores pagados que en todas sus participaciones anteriores. Todo producto de un seguimiento técnico, medido y mejorado que en Chile recién se está germinando y creando el hábito de hacer, por supuesto de la mano de Pablo Lemoine, el uruguayo de los chilenos, como nos decía ayer los más conocedores que pasa en nuestro país.

Los celestes desde el mundial 2015 a la fecha mostraron una evolución física y mental sobresaliente. A favor van los dos procesos ya en el camino y los cuatro mundiales en el historial. En el camino hubo preparación con ex jugadores y entrenadores ingleses, galeses y así una larga lista de asesores, nos contaban. El apoyo de la UAR, World Rugby y el roce propio de tener jugadores en ligas profesionales de distinto nivel fueron claves.

Administrativamente consolidaron sus proyectos federativos y así un montón de análisis que habrá que recopilar. En cancha, Uruguay en tan solo 40 minutos marcó más tries que en todo el mundial anterior. Notable.
El entretiempo fue clave nos contaban, con una ventaja de 15 puntos ingresaron al vestuario y se miraron fijamente las caras para eliminar de raíz eso que los psicólogos deportivos llaman el miedo al éxito, el más común de los temores entre los deportistas de elite. El estar arriba y caer en picada. El objetivo de shockear al mundo ovalado ganándole a Fiyi estaba muy cerca y tan lejos a la vez, mientras, en la transmisión y en las casas de apuestas el hándicap de Uruguay subía como la espuma. 

En vestuarios se prometieron no bajar la cabeza si Fiyi buscaba la remontada tal como ocurrió. Mentalmente unidos ese tramo final lo jugaron con el alma como se dice y con ese plus extra que tiene el rugbista sudamericano, valorizado como nunca después de ayer. “Con el respeto que se merecen, los agentes, los clubes siempre van a preferir contratar un jugador isleños por sobre un uruguayo; tenemos los jugadores más profesionales de todo el mundial”, nos respondió el Capitán Gaminara sobre la valoración que ganó el rugbista de la región después de lo de Kamaishi. 

Mérito del staff uruguayo que se abrazó fundido hasta el ultimo segundo. Merecido por los que soñaron llevar a Uruguay a estas instancias. El mundial de Teros recién comienza y los está escribiendo para todos en la región. A tomar nota en Chile. El domingo apenas cuatro días después vuelven a la cancha, ahora frente a Georgia, la segunda mitad de su objetivo y confirmar que lo de Kamaishi no fue casualidad.

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