Tomás Ianiszewski: «Pegarse en la cabeza no es un juego»



Durante 2017-2018, y principios de 2019, Tomás Ianiszewski fue uno de los puntos altos en los Cóndores, destacando sucesivamente en las presentaciones del seleccionado nacional. Es por eso que hoy, y teniendo en cuenta el último periodo que ha vivido el rugby nacional, la pregunta que salta a la luz es ¿qué fue de Tomás?

Ianiszewski, jugador de 27 años de Old Locks, venía siendo una carta regular en el seleccionado chileno, jugando tanto de Wing como de Fullback. De allí que, en el marco del Americas Rugby Championship de 2019, fue parte del plantel de los cóndores que vistió la camiseta chilena. Sería el 2 de febrero, en el partido jugado ante EE.UU. en Maipú, que Tomás recibiría un golpe importante en su cabeza, el cual le significaría una pérdida temporal de memoria. Dada la importancia del contacto, el zaguero chileno tendría 15 días de reposo y la consecutiva respuesta del protocolo de World Rugby. Posterior a ello, entraría desde la banca en la caída de Chile ante Canadá el 22 de febrero, para luego enfrentarse a Brasil el 2 de marzo, partido el cual sería el punto de inflexión en la carrera del jugador.

“Estuve cerca de 7 minutos en el suelo sin moverme, me sacaron en camilla y me llevaron a la clínica (…) esto fue televisado y me marcó de tal forma que me planteé dejar el rugby” comentó Tomás. Tras el impacto recibido por el jugador, en el partido frente a Brasil, el tema de los TEC cobró una nueva importancia para el jugador; “he tenido varios TEC en mi vida de jugador, al menos unos 10, sin embargo, esta vez me preocupó y también a los doctores de la selección, Dr. Toledo y Dr. Richard”. Tras el golpe, vinieron los malestares: “me sentía más lento, me molestaban las pantallas, y lo más complicado fue que tuve jaquecas durante 4 a 5 meses”, comentó el jugador. Esto llevó a Ianiszewski a tomar las precauciones necesarias sobre su estado de salud, consultando a especialistas en el área. “Me dediqué a estudiar sobre el tema, leyendo informes médicos y papers; así logré entender que pese a tener varios golpes, estos son menores a los que se ven en otros deportes (…) [no obstante] nadie puede darte una respuesta muy clara; no hay una fórmula de cuántos golpes te inhabilitan para jugar. Pese a que te haces los exámenes de rigor y salen bien, siempre puede haber algo que se queda escondido y se revela a largo plazo, por lo que hay que tener mucho cuidado con los protocolos y recomendaciones de recuperación y reinserción deportiva. Nadie me dijo que me diera un año, esta decisión la tomé en conjunto con un especialista que me estaba tratando” concluyó Tomás.

“Dejar el rugby no fue fácil ya que he jugado toda la vida; desde los 4 años que juego, entonces no fue algo muy fácil de llevar, se echaba mucho de menos” nos comenta Tomás sobre su pausa del rugby. “Para una parte de mi fue un descanso, llevaba muchos años sin parar y ahora podía enfocarme en otras cosas de mi vida fuera del deporte, darme un poco más de tiempo para mí” agrega el jugador, que durante este periodo se dedicó a sus ámbitos laborales y familiares; y en lo deportivo, teniendo los resguardos necesarios, practicó trekking y fútbol, complementados con rutinas de gimnasio que no incidieran de forma negativa en su recuperación.

Cuando le preguntamos sobre los Cóndores y este último periodo del rugby nacional, Tomás comenta que “ha sido entretenido e interesante ver como está la selección, como se desarrollaron en este, que fue un buen año. Verlo por la tele es otra cosa…estoy orgulloso de lo que están haciendo y me siento como el fanático número uno, porque estoy ahí, super nervioso y pendiente de lo que pasa”.

Pese a lo expuesto, Tomás es claro en que no se retira del rugby “ya cumplido el año, pretendo volver al rugby; al alto rendimiento creo que no todavía ya que tengo que probar como está la cabeza”. “Tacklear un poquito más arriba” comenta entre risas, mientras señala que trabajará desde Old Locks, su club, con la máxima intensidad posible, “siempre dispuesto a darlo todo adentro de la cancha, sin dejar nada atrás…pero tackleando un poquito más arriba…vuelvo feliz y con el conocimiento de un proceso bastante duro, del cuál hay que tener precaución y atención”.

“Pegarse en la cabeza no es un juego, no es una broma, no es algo divertido, sobre todo si hay pérdida de conocimiento” cierra Tomás, agregando que es fundamental que se sigan los protocolos de la World Rugby y, en el caso de jaquecas y molestias, ver especialistas, hacerse los exámenes de rigor y no perder atención sobre su cabeza.

“A veces es más importante la salud que la pasión y la emoción del deporte que tanto amamos”.

Para acceder a la información de World Rugby sobre el manejo de conmociones cerebrales, visitar el sitio de Bienestar del Jugador en: https://www.playerwelfare.worldrugby.org/?documentid=module&module=21&language=es

NOTA: Cabe señalar que los estudios realizados por World Rugby señalan que es un error afirmar que la reducción de la altura del tackle disminuye el riesgo de lesión para el tackleador ya que, al contrario, un tackle ergido aumenta 4,3 veces los riesgos en comparación a un tackle bajo.

Fuente: Rugby Ready: Prevención de Lesiones. Herramientas de comunicación para Uniones sobre el bienestar del jugador.

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