El hooker de Old Boys, Selknam y la selección chilena es alguien con mucho que contar. Pese a tener una excelente trayectoria, reconoce con humildad los momentos complicados que ha enfrentado con humor y resiliencia, motivándose en ello para elevar su nivel y forjar su carrera en la ovalada nacional.
¿Cómo te acercaste al rugby?
Yo partí jugando en el colegio, como a los ocho años, como en segundo, tercero. Familia de rugbistas, mi papá jugaba, también estuvo en el colegio. Dejó de jugar, pero siempre nos llevó desde chico a las escuelitas de Old Boys, y ahí en el colegio le agarré y era 100% para mí el deporte.
¿Cuáles han sido los momentos más importantes para ti en este deporte?
En verdad ya llevo jugando hartos años y todos tienen momentos importantes. Yo creo que importante son tanto los buenos como los malos, por ejemplo, uno de los más importantes para mí fue el año 2014 en que tuvimos la peor temporada en muchos años con Old Boys, estuvimos cerca del descenso, hubo un recambio generacional, y a mí me tocó ser parte del grupo de líderes que pudimos levantar el club y reenfocarlos para volver a hacerlo grande. Por lo mismo, el campeonato que ganamos el 2017 fue reflejo de ese cambio y eso me llenó mucho de alegría.
Por otro lado, la selección me ha dado muchas enseñanzas, y es duro porque me ha tocado perder, muy pocas victorias, pero siempre es especial. Y ahora con Selknam, y desde que llegó Pablo (Lemoine), yo creo que todos los partidos que hemos tenido han sido momentos muy importantes, porque cada uno ha significado muchísimo. Donde hay un progreso, unas ganas y un cambio de espíritu en el equipo. Nuestro lema que es “ganar por un cambio”, y eso lo tenemos interiorizado, y cada vez que salimos a la cancha con Selknam o con la selección es muy especial.
¿Qué significó para ti tu primer partido con la selección?
Bueno, el debut no oficial fue el año 2009, yo venía saliendo del sudamericano M19, y como gira de noviembre fuimos a jugar con Cuyo y Tucuman. Y la verdad me acuerdo que ese primer partido tenían un scrum durísimo los tucumanos, y yo de hooker no tenía mucha idea en ese momento. Me destrozaron.
Después mi debut (oficial) fue el 2016 contra Estados Unidos en la ARC. (…) Una anécdota que siempre me voy a acordar es que en la charla pre-partido llega, no sé si era Anselmi o uno de estos árbitros argentinos que siempre nos arbitra, y me dice “che, vos sos el scrum-half”, y en ese momento me ca.. (risas). De ahí tuve un partido bastante malo. Supe altiro que tenía que subir mucho mi nivel para poder estar donde quería y jugar en la selección.
¿Reviviste esos sentimientos con Selknam?
Con Selknam fue completamente distinto, porque llego con un nivel de preparación que es la mejor que he tenido. Muy bien físicamente. Me sentía fuerte mentalmente, muy enfocado, dedicado a lo que estoy haciendo, así que es otro contexto muy distinto. Una preparación profesional creo que es como más se disfruta el juego, como más lo disfruto yo, y es como todos los partidos de selección o profesionales deberían ser.
Así que también muy distinto el primer contexto del debut con Chile y con Selknam. Además, un compromiso gigante y un grupo tremendo. La verdad, creo que son dos polos opuestos.
¿Qué significa para ti pensar que estuviste en la lista de los primeros profesionales de nuestra historia?
Bueno, en verdad no me quedo mucho pensando en esas cosas, pero es un orgullo. Estoy infinitamente agradecido de que me haya tocado, más que nada, realmente agradecido de que se me haya dado la oportunidad. Yo no pensaba que me iba a tocar en mi vida, jugar rugby profesional. Y bueno, hace un tiempo ya, cuando las cosas se empezaron a poner más serias y se dio que esto de ser profesional en Chile iba a ser una posibilidad, me embalé mucho, porque la verdad nunca tuve ganas de salir del país para buscar el profesionalismo, pero si es que llegaba a darse una posibilidad aquí en Chile, la iba a buscar con todo.
Así que estoy feliz y agradecido de que hayan confiado en mí para ser parte del equipo, y nada, agradecimiento no más y orgullo.
¿Qué causó en ti el quiebre provocado por el coronavirus, que paralizó todo el rugby, incluyendo la Superliga Americana?
La verdad que lo del coronavirus es terrible. Pensar así, que un sueño de toda la vida lo cortó, haya durado tan poco y haya sido cortado por esto del coronavirus… pero bueno. No me quedo en sentimientos negativos, de hecho el primer paso creo que lo hice rápido, pero igual me costó un poco aceptar que haya pasado (…). Tuve que volver a adaptarme un poco a lo que era mi vida anterior, volver a reenfocarme en mi trabajo, que por suerte nunca dejé de trabajar donde lo estaba haciendo, yo soy ingeniero en software. Durante Selknam estuve trabajando part-time, y ahora volví al full-time. Por ese lado igual ha sido bueno, porque mantengo mi mente activa en otras cosas y no estoy ocioso pensando en lo que pudo haber sido.
¿Cómo has llevado tu preparación en cuarentena?
La verdad, no ha sido fácil. A veces encontrar la motivación para entrenar no es la misma que uno tiene cuando entrenas con tus amigos todos los días, con programas que son del más alto nivel en el gimnasio, exquisito, en una cancha con coaches de primer nivel. Se echa mucho de menos. Entonces uno tiene que sacar fuerzas internas para motivarse y hacer la pega.
Por suerte vivo con amigos que también entrenan y tenemos espacio suficiente y los suficientes equipamientos para mantenernos.
¿Sientes ansias por volver a pisar la cancha?
Sí, muchísimas. La verdad este año he entrenado demasiado para lo poco que he jugado, y quiero jugar rugby, tengo muchas ganas de volver a jugar y siento que tengo que estar por un buen camino y seguir construyendo sobre eso.
¿Cuál es la camiseta que más te quieres poner cuando regreses al campo luego de la cuarentena?
Bueno, no sé si (silencio)… creo que por lo más probable sea por el club o la selección. En verdad no me importa por cuál sea (risas), pero voy a estar con muchas, muchas ganas de ponerme la camiseta que sea. Sería muy lindo volver a jugar con el club, el año pasado pude jugar uno o dos partidos y está pasando algo muy lindo con Old Boys este año, hay entrenador nuevo, mucha motivación, así que está buena la cosa, tengo hartas ganas de jugar por el club, y también ojalá que en los planes de la selección estén en pie para el segundo semestre (…) lo que sea, quiero que todo eso se cumpla y ojalá puedan ocurrir.
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