Selknam, la primera franquicia profesional de Chile; la Superliga Americana, el primer torneo profesional de la región; el World Rugby Sevens Challenger Series Viña del Mar 2020, un realce histórico para nuestro tradicional torneo; el repechaje olímpico que los Cóndores 7s disputarían muy probablemente en Chile, y quizás hasta una participación en Tokio 2020. Además de todos estos increíbles sucesos que hacían presagiar un año de quiebre para el rugby chileno, había otro hecho que significaba un momento histórico para la ovalada nacional, y en que estamos reprobando: el Censo Nacional 2020.
Esta iniciativa nació a raíz de la necesidad de saber cuál es la población real del rugby en Chile, y que en primera instancia comprometía a las distintas asociaciones a entregar los datos de sus clubes, jugadores, y todas las personas que rodearan la actividad para el 30 de marzo. Sin embargo, varias asociaciones no cumplieron. Se responsabilizó al quiebre generado por la pandemia del COVID-19, por lo que se extendió el plazo hasta el 15 de abril. El resultado no fue diferente: al primero de mayo de 2020, solamente se han recibido los datos de seis asociaciones de las trece que debían entregar (once inscritas como miembros de la Federación y dos en proceso de legalización), y en muchos casos, la información que entregaron estaba incompleta.
Lo preocupante es que el poco compromiso con esta iniciativa no es proporcional a la relevancia que tiene este proyecto, ya que según explica el Oficial Nacional de Referato de Chile Rugby encargado del Censo Nacional 2020, Andrés Herbozo, “el censo surge por varios motivos. Primero para poder saber cual es la población real del rugby en Chile, y segundo, por la necesidad de poder, con estos datos, generar nuestras políticas de desarrollo en base a esos número, para proyectar nuestro rugby futuro con esa base”.
Sumado a eso, Herbozo señala que las cifras que se obtengan del censo también son de vital importancia “para poder presentar proyectos de desarrollo en entidades gubernamentales como el Instituto Nacional de Deportes, municipalidades, sponsors, etc. Ellos nos solicitan esos números para poder medir los resultados de los proyectos presentados. Lo mismo con los proyectos que la Federación presenta a World Rugby”.
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