En el contexto actual de pandemia sanitaria, el mundo del rugby no ha quedado ausente al llamado de emergencia a ayudar a quienes más lo necesitan. Parte de los que han respondido a ello han sido los jugadores de la Universidad Católica que, a lo largo de una extendida campaña, han podido ayudar a palear las inclemencias del último tiempo a los pobladores del campamento Aconcagua en Colina, en una cruzada que día a día suma un poco más en apoyar a las cerca de 135 familias que se encuentran en esta situación. Para conocer más detalles es que conversamos con Máximo Speciali, jugador cruzado, quién nos comentó más detalles de esta iniciativa del equipo santiaguino.
¿Cómo se genera esta iniciativa?
“Esta iniciativa nace gracias a la acción algunas personas amigas que ya estaban ayudando en distintos lugares. Gracias al vínculo que existía con el campamento Aconcagua, logramos organizarnos y ponernos a disposición de ellos”.
A nivel de club, ¿cómo fue la respuesta y organización para contribuir a la campaña?
“¡La respuesta fue espectacular! La ayuda empezó a brotar inmediatamente. Nos organizamos bien y logramos involucrar a muchas personas, familia del rugby UC y fuera del rugby también. Cada vez se está sumando más gente”.
¿En qué consiste la ayuda que están entregando?
«La ayuda hoy se basa principalmente en 3 acciones: todos los sábados hacemos una olla común a la hora de almuerzo para 150 familias aproximadamente que viven en el campamento Aconcagua. Por otro lado, también estamos apoyando la construcción de mediaguas y arreglos generales. Este es un aspecto que motivó a muchas personas y es impresionante el compromiso. Es el verdadero partido de rugby que se juega todos los sábados. Finalmente, también tenemos una campaña de donación de ropa, colchones y muebles grandes, como refrigeradores, lavadoras, etc. Esta donación también va a otros campamentos, que en este momento necesitan muchísima ayuda”.
¿Cómo ha sido la respuesta de la gente del campamento? ¿Conocían algo sobre el equipo o el rugby en general?
“Siempre muy agradecidos y respetuosos. Al principio, como en todo, un poco tímidos. Pero ahora después de varias semanas, ya nos conocemos más y hay un ambiente muy grato. De rugby todavía poco, pero cuando todo esto pase sería increíble hacer una gran tocata y terminar con un asado gigante, ¡Un verdadero tercer tiempo!”.
¿Hasta cuándo se extenderá la campaña y de qué forma se puede aportar a esta iniciativa?
“La campaña no tiene fecha de término. Hoy estamos viviendo un momento particular y muy difícil, ¡pero esto no se acaba acá! Es nuestro deber seguir ayudando, creando vínculos para generar trabajos, ayudar en la educación de niños y jóvenes. Se puede aportar de todas las formas posibles, desde ponerse a disposición para trabajar en terreno hasta transmitir él boca a boca, que es fundamental para que el equipo crezca. Es por ello que no nos queda más que simplemente dejar la invitación pasada…hoy somos un grupo que derivó del rugby de la UC, pero esto no es del rugby UC, es de todas las personas que estén dispuestas a dar una mano. Somos unos privilegiados que podemos ayudar, y eso no puede pasar desapercibido”.
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