La misión de Taller de Rugby: insertar a la sociedad a los menores privados de libertad del Sename a través de la ovalada



La fundación dirigida por el entrenador chileno, Francisco Saavedra, suma un nuevo reto fundamental para este 2021, apuntando sus esfuerzos para entregar un mayor apoyo hacia la reinserción social de jóvenes y adolescentes infractores de la ley por medio del deporte, un desafío que incluso requiere de mayores energías y recursos en este nuevo año debido a las complejidades de la crisis sanitaria.

Los retos en un mundo enfermo

El otrora árbitro señala que las medidas generadas a raíz del coronavirus “en los centros de reclusión de adultos y menores en general ha sido un tema complejo, porque adentro no ha golpeado tan duro el tema de la pandemia, porque estando adentro estas personas han estado en una burbuja, entonces los factores de riesgo complejo somos las personas que entramos desde afuera”.

Asimismo, Saavedra también relata que varios centros cerraron sus puertas hacia el exterior durante un tiempo por la emergencia sanitaria, mientras que hay otros que se mantienen aislados hasta hoy, por lo que algunos de los proyectos en ciertos centros penitenciarios han tenido que pausarse.

Eso sí, a medida que se han ido abriendo puertas paulatinamente para el retorno, aunque en ocasiones sea intermitente, el timonel de Taller de Rugby señala que junto a su equipo han “sido lo más prolijos posible en cuanto a los protocolos. Con los educadores nos tomamos PCR semanales para poder entrar sin problemas y darle la mayor continuidad posible a los programas en unas circunstancias complejas”.

La contingencia ha limitado las visitas, lo que implica una carga emocional tremendamente profunda para los reclusos ya que no pueden ver a sus familias, por lo mismo adquiere una relevancia particular la labor que está realizando Taller de Rugby para poder mantenerse cerca y contenerlos dentro de este período turbulento.

Así, poco a poco la iniciativa creada por Saavedra ha sido capaz de ir reactivándose en diversos centros poco a poco, sin dejar de lado la potenciación de otras áreas, aprovechando ciertas instancias generadas por la pandemia para desarrollar otras aristas de su crecimiento.

“El año 2020 con la fundación hicimos un esfuerzo grande para armar y consolidar un grupo de trabajo que hoy está conformado por catorce personas, nueve profesionales que han tomado el desafío Taller de Rugby y decidieron entregar toda su pasión y conocimiento a lo que hacemos como fundación”, explica el entrenador, quien además señala que gracias a esto han podido cubrir diversas áreas, tanto en la parte social con especialistas de la sociología, antropología y psicología, como en otros aspectos técnicos de la propia estructura interna.

El rol del deporte en la “re”inserción

Ya con un grupo humano de 14 personas comprometidas con el proyecto, Taller de Rugby aprovechó esta instancia para desarrollarse estructuralmente y continuar con su meta: llevar a que, a través del rugby, cada vez más personas puedan insertarse en la sociedad.

Pero ¿cómo puede un deporte ser capaz de regresar al llamado buen camino a personas que han cometido delitos o vienen de complejos contextos sociales? Desde Taller de Rugby tienen clara su respuesta, pero antes de eso hay que entender la realidad de las personas a las que buscan generarles una nueva oportunidad de inclusión a través de la ovalada.

En primera instancia, Saavedra señala que “efectivamente el concepto reinserción social es un concepto más bien técnico que está acuñado socialmente. Cuando uno habla de esto, la frase técnica correcta es reinserción social, pero en la práctica es inserción social, porque pretendemos insertar personas en una sociedad a la que ellos nunca han pertenecido por distintas razones, y muchas veces porque ellos no quieren pertenecer. A mí me gusta hablar de que hay dos sociedades paralelas, la sociedad marginal por así decirlo, aunque no es el concepto más preciso, y la sociedad tradicional que nosotros conocemos y en la que hemos estado inmersos y nos hemos desarrollado”.

Por esto mismo, el director de la fundación explica la situación de estas personas a través del ejemplo del león, analizando “¿Qué hacemos cuando a un león de la selva lo metemos en un zoológico? ¿Qué va a hacer con sus instintos salvajes saliendo recién de la selva cuando lo metemos a una manada de leones de zoológico? El león de la selva es esta persona y el león del zoológico somos nosotros. Justamente esta sociedad, este zoológico te lleva a una instancia mucho más civilizada, tener mucha menos violencia en una especie como la humana que es naturalmente violenta, por más que muchas veces pretendamos desconocerlo”.

Asimismo, el entrenador continúa su analogía señalando “si tú te desarrollas en un entorno donde tienes que sobrevivir en la calle desde los diez años, eso va a ser lo que vas a aprender y esa va a ser tu normalidad. El entorno donde la persona desarrolla sus ejemplos a seguir es clave, es lo que lo define en términos sociales como persona”.

Es ahí donde entra en juego el deporte como tal, ya que en palabras de Saavedra “el deporte en general es una herramienta de desarrollo social tremendamente potente por varias razones, pero principalmente porque te lleva a un momento idílico, ideal, donde todo es justo, donde todo es igualdad de condiciones, en que hay héroes reales…  tú los sientes así, los grandes deportistas se transforman en héroes reales”.

El otrora árbitro prosigue relatando que esto “te lleva a una sensación humana de ideales donde tu receptividad pasa a ser muy importante, donde la igualdad de oportunidades existe honestamente con una capacidad enorme de inspirar. Tiene la capacidad de emocionarte, independiente de la instancia en la que estés jugando impacta en tus emociones, y las emociones son el pegamento de tus sentimientos, entonces cuando tienes emociones positivas que te van inspirando, vas logrando sentimientos positivos también”.

“El deporte desde esa perspectiva aporta en el desarrollo humano entregando este tipo de emociones”, concluyó Saavedra.

Asimismo, el director también señala por qué específicamente la ovalada tiene una carga particular al declarar “cuando haces una práctica deportiva y además con un complemento valórico especialmente potente como es en el rugby, todo esto genera una sinergia mucho mayor y realmente puedes llegar a la persona, efectivamente a la persona, no a esa persona con las corazas que desarrolló para poder crecer, sino a la propia esencia de la persona”.

Todo esto por las características particulares de esta disciplina, en que destaca que “el rugby es un deporte tremendamente social, entonces esto genera un impacto transversal en la medida que tú permites que genere la instancia para que puedan compartir realidades sociales distintas en torno a una ovalada y una cancha, con el valor agregado que el rugby tiene además el famoso tercer tiempo, donde puedes conversar con alguien que te estuviste matando a palos, pero en igualdad de condiciones, con una honorabilidad total, con el que además después tienes la posibilidad de acercarse y conversar”.

El cambio de foco: apuntando a los jóvenes

“Nosotros siempre decimos que nuestro gran objetivo es entrar a las 112 cárceles que hay en Chile, las 97 de gendarmería de adultos y las 15 de menores. Siempre decimos que queremos entrar ahí, pero ahora nuestro foco principal está en el Sename porque ahí está el momento donde podemos marcar la diferencia, donde podemos lograr que no sea un hábito el vivir entrando y saliendo de la cárcel. Si logramos convencerlos en ese momento, realmente el impacto va a ser mucho más profundo y el alcance va a ser mucho más grande que en la cárcel misma”, declaró Saavedra.

La razón de esto es que justamente, según el director de la fundación, ellos están realizando un cambio de paradigma en su manera de ver la problemática que abordan, apuntando hacia un enfoque diferente.

“El concepto de reinserción social es más práctico que filosófico. Se define como reinserción social al momento en que la persona que cumplió alguna condena se inserta en la sociedad y logra tener un trabajo, entonces desde ese momento la persona se considera como que logró reinsertarse socialmente. Cuando hablamos de desistimiento es un concepto más filosófico como te digo, que habla de cómo yo logro que la persona desista de cometer delito, porque cuando tú dices se reinsertó totalmente, claro, la persona pudo haber salido, tener su trabajo, pero quizá sigue delinquiendo, consumiendo droga, por el mal camino se podría decir”, explica Saavedra.

Por eso, el ex árbitro hace hincapié en esta modificación de su enfoque, pues señala que en cambio “el desistimiento apunta a que la persona cambia su mirada, que entienda el impacto de sus delitos desde una perspectiva más empática, que lo vea también desde una perspectiva individual en lo que a él le afecta y en el fondo es cambiarle la mirada y hacerlo ver que cometer delitos no es bueno y que deje de querer hacerlo. Ese es el concepto, es un tema mucho más profundo donde entra mucho más profundamente la psicología y donde entra la relevancia del equipo de trabajo que estamos conformando (hemos conformado) el día de hoy y donde nuestra carta brava es el área social de la fundación”.

Es justamente esto una motivación para apuntar hacia los jóvenes, pues como explica Saavedra “entendemos que si somos capaces de cambiarles la cabeza mientras están en el Sename, no se va a transformar en el hábito de vivir permanentemente preso o estar escapando de eso”.

Eso sí, un cambio de mirada no significa el desistimiento del trabajo anterior, por eso el director de Taller de Rugby resalta “sigue siendo nuestro foco entrar a todas las cárceles, pero nuestro esfuerzo principal está en el Sename porque entendemos que ahí es donde está el impacto más relevante y el alcance más profundo de lo que hacemos”.

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