La gran final de la Copa del Rey de España tuvo lugar el pasado fin de semana, animada por un duelo de chilenos, presentes en ambos lados de la cancha. Esta vez, el Alcobendas celebró el tricampeonato tras vencer a la Universidad de Burgos, en un partido que se vivió mucho más ajustado que el 13 – 37 final en el marcador.
Con Matías Cabrera jugando los primeros 50 minutos de encuentro para el Alcobendas, y con Augusto Sarmiento y Nicolás Herreros sumándose en los últimos 10’ para el lado de la Universidad de Burgos; el encuentro en cuestión tenía un significado especial para ambos conjuntos. Por un lado, el Alcobendas buscaba su tricampeonato, liderados por el chileno en la capitanía del conjunto granate; mientras que los burgaleses soñaban con coronar una meteórica campaña en la División de Honor, en un año donde el club escribió hitos importantes en su historia.
El encuentro comenzó con un alto volumen de juego, donde destacó el trabajo realizado por los burgaleses quienes no tardarían en abrir el marcador con tiro a los palos en el primer minuto de juego. Sin embargo, el equipo universitario recibiría rápidamente la respuesta de los madrileños que, ante un error de manejo de los aurinegros en su propio terreno defensivo, lograrían concretar el primer try convertido del encuentro en el minuto 4.
El partido se vivía con intensidad, muestra de ello es que por espacio de varios minutos el marcador se mantuvo donde mismo. La llave vendría para el equipo granate tras la amarilla del minuto 22 recibida por el Burgos, lo que significaría una ventaja importante para el Alcobendas que lograría anotar 2 tries (26’ y 29’) en el espacio de tiempo que tuvo un hombre más. El premio para la presión del Alcobendas sería mayor aún cuando en el minuto 30 los burgaleses recibieran una nueva amarilla; cosa que esta vez no sería impedimento para que anotaran su primer try del partido, en el minuto 39. Así, se fueron con un 10 – 22 parcial al descanso, y con un ajustado juego en la cancha que ambos equipos buscarían revertir.
El segundo tiempo arrancaría tan o más ajustado que el primero, con la iniciativa de los burgaleses anotando con penal a los palos en los 56’. Ya sin Cabrera en cancha, el equipo madrileño supo ajustar sus piezas y, poco a poco, concretó su plan de juego, frustrando los ataques de los burgaleses que no se rendían en su debut como finalistas de la copa. La defensa del Alcobendas haría lo suyo y con buenas formaciones fijas, la presión se hacía sentir sobre el Burgos. Ya en los minutos finales del encuentro, una intercepción en los 73’ ´por parte del Alcobendas pondría en apuros al cuadro de Sarmientos y Herreros que recién pisaban la cancha y tendrían que salir con todo a cambiar el marcador desfavorable. Dicha búsqueda fue aprovechada por los granates que, encontrando espacios defensivos, volverían a concretar un try en los 76’, con lo que ya pondrían punto final al marcador. Los minutos finales se vivieron con un Burgos mostrando una importante ofensiva que el cuadro de Alcobendas supo manejar, no sin una amarilla en los 79’ debido a penales reiterados, cosa que no empañó el marcador final de 13 – 37 que decretaba como tricampeones al Alcobendas.
“Un partido difícil (…) había que trabajar más que el partido, la cabeza del equipo, tras un momento complicado tras perder la final de la liga” declaró Tiki Inchausti, entrenador del Alcobendas. “Dar gracias a toda la gente que realizó el trabajo invisible que hizo este torneo posible (…) El cuerpo técnico hizo un trabajo espectacular ofreciéndonos soluciones” comentó Matías Cabrera, ante lo difícil que fue llevar la temporada actual en el contexto de pandemia. Sobre el partido el Cacho agregó “el marcador no reflejó lo que ha sido el partido. Para mí, lo ganamos de do puntos”.
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