Con motivo de homenajear a Alejandro Correa, jugador de Gauchos fallecido en 2019, el equipo de la colonia argentina organizó un partido en memoria de su compañero, en conjunto con la comunidad de rugbistas venezolanos que, al igual que Alejandro, arribaron a nuestro país desde la costa norte del continente y se integraron al rugby nacional. Conversamos con Eugenio Bobes, integrante de la Comisión Directiva de Gauchos y con Junior García, capitán del equipo venezolano, sobre Alejandro y su legado, tanto con el club como con sus compatriotas que hoy son parte del medio ovalado local.
Eugenio Bobes, Comisión Directiva Gauchos
¿A dos años de la pérdida de Alejandro, cómo se vivió en Gauchos esta instancia?
“La pérdida de Ale fue un tremendo golpe para el club, no solo por ser uno de los primeros en arrancar esta gran familia GAUCHA [sic], sino por el empuje que le ponía tanto en la cancha, en los terceros tiempos y en la comisión Directiva. Ale era un pilar fundamental en nuestro club y hoy, a dos años de su pérdida, lo recordamos el sábado [14 de agosto], con la alegría y con la potencia de juego que lo caracterizaban. Tanto en los días previos o con nuestros amigos venezolanos el día del partido, todo era en referencia a Ale: ‘¡esto es por Ale!’, ‘¡tackleen como lo hacía Ale!’, ‘¡demostrémosle a la familia de Ale que él sigue estando con nosotros!’; todas frases que resonaban constantemente en la boca del entrenador y el capitán.”
Alejandro estuvo muy activo tanto en el club como en el promover la integración de chicos venezolanos, ¿Cómo se reflejó esto?
“Ale fue muy activo en el Club y participaba en la organización de los terceros tiempos. Era miembro efectivo de la Comisión Directiva, y una base fundamental en la incorporación de jugadores especialmente venezolanos. Su red de conocidos o amigos del país hermano era enorme y eso hacía que siempre trajese a algún jugador de allí. Sumado a que formó parte de un equipo importante de allá y de la selección. Ale no solo les traía a Gauchos, sino que se preocupaba por ellos en su vida personal, ayudándolos en muchos aspectos cuando era necesario. Es por esa red que Ale generó que hoy en gauchos hay muchos venezolanos y ellos mismos traen a sus compatriotas (…) Ale dejó bien marcada su huella, nos hizo muy amigos de quien él traía al Club y generó una red de jugadores venezolanos fuerte, red que permitió que el sábado pasado fuéramos casi 200 personas entre jugadores y amigos homenajeándolo.”
¿Qué significa para ustedes poder mantener esta instancia de encuentro con la comunidad venezolana?
“Gauchos es un club que tiene la gran fortuna de estar formado por amigos de muchas nacionalidades. Argentinos, chilenos, uruguayos, mejicanos, bolivianos y obviamente venezolanos…y estos últimos realmente gracias al toque de Alejandro. Si tomamos en cuenta que el partido de homenaje del sábado, en la semana en Gauchos teníamos más de 10 jugadores nuevos y todos de Venezuela… eso responde la pregunta.”
Junior García, capitán del conjunto venezolano.
¿Cómo nace la relación con Alejandro?
“Mira Alejandro lo conocimos desde hace aproximadamente 18 años, por allá por el 2003 en Venezuela, jugábamos juntos en el club de rugby de la UCV y desde ahí nos hicimos amigos; luego él se fue del país y nos reencontramos acá, después de casi 12 años. Gracias a los consejos y su ayuda, pudimos llegar a acá varios de nosotros, así también hicimos la conexión para llegar a Gauchos y compartir al menos 3 años más antes de su lamentable pérdida”
“Por su comprensión, su ayuda incondicional, y sobre todo su amistad, la que se hizo sentir en el grupo, por todo ello y más, nos dolió tanto su lamentable partida, así que supimos que debíamos homenajearlo, y que mejor que jugando rugby. Lamentablemente por la pandemia no habíamos podido, pero apenas mejoró la situación sanitaria, comenzamos a juntarnos los venezolanos con experiencia en el rugby que estamos acá, los domingos en el Parque Araucano, con la intención de dejarlo todo en la cancha, tal como lo hacía él, por lo que lo recordaremos, y lo vamos a llevar en el corazón.”
¿Cuáles fueron sus sensaciones en relación con el partido?
“El juego lo vivimos en verdad muy muy intensamente, nos preparamos con el fin de disfrutar y pasarla bien, pero cuando nos cambiamos el uniforme y nos vimos envuelto en ese espíritu deportivo que te da estar en la cancha, nos olvidamos de que algunos no estábamos en óptimo estado físico, que no habíamos podido practicar jugadas específicas y que solo queríamos ganar para homenajear a Ale, de forma que, si él pudiese ver el partido, se sintiera orgulloso de lo que estábamos haciendo. El juego estuvo intenso, ya que gauchos, club en el que actualmente participo, es un equipo con experiencia y novatos con mucho talento. Se jugaron 4 tiempos y, pese a ir perdiendo 15 – 0 nunca bajamos los brazos, siempre nos dimos ánimo (…) y logramos empatar el partido (…). Dejamos todo en la cancha, ese es el espíritu de nuestro deporte y así lo hicimos, con el fin de homenajear a Ale que, como cosas del destino, el partido tuvo como resultado un empate. ¡Además, de esto tuvimos un tercer tiempo mixto en donde disfrutamos deliciosas arepas y el acostumbrado exquisito asado gaucho! Nos quedamos con la hermandad y fraternidad vivida este fin y esperamos que se repita año tras año como conmemoración de la sensible partida de un hermano de vida y de rugby.”
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