Uno de los clubes con mayor desarrollo en la escena nacional este 2023 ha sido el cuadro puertomontino de Los Lobos. De la mano de una buena campaña que les instaló en el torneo de Segunda Nacional de la Asociación de Rugby de Santiago (Arusa), los pinnípedos han sabido marcar presencia tanto en la competencia nacional como en la local, correspondiente al torneo de la Asociación de Rugby del Sur (ARUS).
El despliegue logístico de los puertomontinos les lleva a ser uno de los pocos equipos a nivel nacional que cuentan con 3 planteles adultos para competir. En su planilla actual, figuran 136 jugadores inscritos en el plantel superior, adicional a aquellos que orbitan apoyando al club.
“Cuando partí dirigiendo este club, mi primer día fue con 6 personas en cancha, siendo cuatro de ellos mayores de 35… Hoy en los entrenamientos somos más de 80 jugadores en cancha”, comenta Mario Alegría, head coach del cuadro tricolor, quien agrega que clave en este desarrollo ha sido la preocupación por desarrollar un medio local competente que permita a los clubes desarrollarse y aumentar la plataforma competitiva del sur. “No podemos dejar la asociación sola porque creemos que, en la medida que esta se fortalece, lograremos generar un mayor polo de desarrollo del rugby y de las personas que juegan en la región” agrega.
Este apoyo, que se manifiesta desde Los Lobos, no solo se traduce en contar con un equipo en la competencia, sino que también en gestionar y aportar con profesionales del rugby al desarrollo del rugby de la zona. Parte de este compromiso también se refleja en que como club, a través de Karen Guerrero, Directiva de Los Lobos y actual presidenta de la Asociación, han encabezado los procesos actuales de ARUS.
Procesos que, en lo inmediato, se han concretado en la generación de instancias de coaching y cursos abiertos a la comunidad. “Estamos muy preocupados por el desarrollo de profesionales… a veces pareciera que solo se ve el desarrollo de un club en relación con sus logros y los resultados que lo mantienen en la punta”, cierra Alegría.
En cuanto a lo deportivo, Mario señala que las proyecciones del club son quedar dentro de los 4 mejores en el torneo de Arusa, sin dejar de lado la consigna de los lobos que, desde menores a adultos, se vive de la misma forma: “nosotros no formamos campeones, nosotros formamos niños y jugadores felices” precisa el head coach.
“Si bien los resultados no se dieron desde el principio en el torneo ARUS, con el tiempo hemos podido afiatarnos y entregar herramientas a nuestros jugadores juveniles, comprometiéndolos con el proyecto del club”, complementa Diego Pivet, capitán del equipo pre-intermedia que participa del torneo ARUS.
Lo anterior permite una continuidad en el club, generando pertenencia y arraigo, factores clave para el crecimiento de la institución. “Hace 10 años, la única posibilidad para los jugadores de competir en alto nivel era emigrando a las grandes ciudades. Hoy, poder representar al club en estos torneos, es maravilloso (…) Siempre es una responsabilidad llevar los colores del club”, comenta Pivet.
“El apoyo del club es tremendo”, señala Diego Pozo, capitán del Primer equipo, agregando que “el apoyo se siente por parte de todo el club, desde los más chicos hasta los veteranos; y no tan solo del club, sino que de jugadores y clubes de todo el sur (…) lo que hemos logrado y el empuje que ponemos en levantar el rugby del sur, les hace ser partícipes de todo esto; todos venimos de la misma parte, solo que hoy nos tocó a nosotros atrevernos a dar un paso más allá”.
El ‘atreverse’ del club puertomontino ha implicado un esfuerzo logístico tremendo, teniendo que movilizar a 2 planteles semana a semana. Para Pozo, esto “anímicamente nos impacta mucho, porque hay muchas manos detrás, gestionando, moviendo contactos y haciendo lo posible para que podamos estar donde estamos hoy en día”. Toda la preocupación de directivos y staff permiten que los jugadores, en palabras de Pozo, se sientan a gusto a la hora de prepararse y competir; “gracias a todo ello, los detalles de las horas de viaje y el esfuerzo por participar pasan a un segundo plano”.
Para lograr todo ello, concluye Alegría, hay que tener presente que no solo se trata del esfuerzo de los jugadores; “no es un tema de gente, sino de voluntades; no solo de quienes participan, sino que también de las entidades públicas y privadas que pueden ayudar al crecimiento de este club y del rugby local”.
De esta forma, trabajo de Los Lobos marinos continúa desde el sur del país, sumando y aportando al rugby fuera de la zona central, en dos frentes: el poder buscar el acenso a Top10, y el entregar al sur el conocimiento adquirido de esta experiencia para desarrollar y ampliar la competencia de ARUS y el trabajo de sus clubes.
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