Los «Cherry Blossoms», como se le conoce a la selección de Japón, serán el primer escollo de los Cóndores en Francia 2023. Durante la última década, el conjunto asiático ha tenido un meteórico acenso en el rugby internacional, llegando incluso a cuartos de final en el mundial que albergaron en 2019, clasificando primero en su grupo, tras derrotar a Irlanda y Escocia.
El cuadro del sol naciente se ha posicionado como una selección tier 1 y, pese a llegar a esta copa del mundo en declive, cayendo tres de sus últimos cuatro partidos, aún es candidato para amargar a Inglaterra o Argentina.
El mundo del rugby se enamoró de Japón el 19 de septiembre de 2015, cuando por la primera fecha del mundial de Inglaterra, los cherry blossoms dieron el gran golpe derrotando a Sudáfrica por 34-32, en el recordado «milagro de Brighton». En ese mundial, los asiáticos también vencieron a Samoa y Estados Unidos, pero cayeron ante Escocia, convirtiéndose en el primer equipo en la historia en ganar tres partidos en la fase de grupos y no avanzar a cuartos.
Pese a no avanzar en el mundial de 2015, los cherry blossoms llamaron la atención de todos, demostrando potencial para convertirse en una selección de primera. Un hito importante en su transformación fue cuando, en 2012, con miras a la copa del mundo que albergarían en 2019, la Unión de Rugby de Japón nombró como head coach a Eddie Jones.
El estratega australiano llevaba un tiempo dirigiendo al Suntory Sangoliath de la liga nipona y se le encargó la misión de llevar definitivamente al rugby japones al primer nivel. De inmediato, el entrenador, que ya había comandado a los Brumbies, los Reds y los Wallabies, puso en marcha un plan de alto rendimiento, con el cual consiguieron impactar a todos en Inglaterra 2015.
En 2019, con el neozelandés Jamie Joseph al frente de la selección, Japón recibió la copa del mundo en casa. Los nipones mostraron gran nivel, ganando su grupo de manera invicta, con triunfos ante Rusia, Samoa, Irlanda y Escocia, clasificando por primera vez a cuartos de final. Desde entonces, los cherry blossoms se establecieron como una selección top en el rugby mundial.
Una liga de primera
Uno de los pilares fundamentales en el ascenso japonés, fue el posicionamiento de su liga profesional. Anteriormente, ya habían existido intentos de consolidar el rugby doméstico en Japón. Estrellas mundiales como George Gregan, Jacques Fourie, Shane Williams, Sonny Bill Williams, Andy Powell, Ma’a Nonu, Nick Cummins y Berrick Barnes pasaron por clubes nipones. Sin embargo, el campeonato no lograba tomar vuelo.
Todo cambió tras el éxito de Japón en el mundial de 2019, el rugby escaló en popularidad en el país. 41 mil personas asistieron a la final de la League One, la liga profesional japonesa, de este año, entre Saitama Wild Knights y Tokyo Sungoliath.
La League One, que tiene la particularidad que la mayoría de clubes son propiedad de empresas, tales como Coca-Cola, Panasonic, Toshiba, Honda y Yamaha, se convirtió en destino de grandes nombres de la ovalada mundial.
Los altos sueldos y la posibilidad de pasar por el rugby japonés sin comprometer su presencia en los seleccionados, atrajeron a muchas estrellas internacionales. La unión nipona sentía que llevando a rugbistas de élite a su liga, mejoraría no sólo la calidad de su competencia domestica , sino que también su selección, dando roce a sus jugadores con figuras de primer nivel.
Resalta en el certamen japonés, que las estrellas internacionales que llegan a competir, lo hacen en plena vigencia. Figuras mundiales de la talla de Beauden Barrett, Faf de Klerk, TJ Perenara, Broddie Retallick, Quade Cooper, Malcolm Marx, Jesse Kriel, Damian Mckenzie, Piet-Steph Du Toit, Willie Le Roux y Cory Hill, solo por nombrar algunos, han jugado en en la League One durante las últimas dos temporadas.
El plantel para Francia 2023
Para su segunda copa mundial al mando de Japón, Jamie Joseph ya ha nombrado a los 33 nominados. Entre los elegidos, está el tercera línea Pieter Lebuschagne, quien fue sancionado por un tackle alto en el partido con Samoa por la Pacific Nations Cup y de ser convocado, se perdería el duelo ante Chile.
El plantel de los Brave Blossoms incluye nombres como Michael Leitch, campeón del Super Rugby en 2013 con los Chiefs y referente del seleccionado nipón. En la lista también aparecen el hooker Shota Horie y el apertura Yu Tamura, ambos piezas estelares en la plantilla que avanzó a cuartos en 2019.
También destaca el fullback Kotaro Matsushima, que milita en el Clermont del Top 14 francés y el wing Simesi Masirewa, quien fuera el tryman de los Sunwolves en el Super Rugby entre 2018 y 2019, con 13 conquistas. Resalta también el capitán, el potente octavo Kazuki Himeno. otros jugadores a tener en cuenta son Siosia Fifita, Jone Naikabula y Ryoto Nakamura.
Japón es una de las selecciones que más se ha beneficiado con las reglas de elegibilidad de World Rugby. 17 de los 33 jugadores de los Brave Blossoms para este mundial son extranjeros.
Con un estilo de juego dinámico, de mucha pelota viva, Japón espera repetir la hazaña de 2019 y avanzar a cuartos de final. Si bien, el cuadro japonés ha venido experimentando un declive en el último año, con caídas ante Fiji y Samoa en el reciente Pacific Nations Cup y frente a Italia en un amistoso preparatorio para la copa del mundo , sigue siendo un rival de cuidado. Actualmente, los Brave Blossoms están ubicados en el puesto 14 del ranking mundial.
Chile chocará con Japón en su estreno mundialista, el próximo 10 de septiembre, en Toulouse. El choque más reciente entre chilenos y japoneses fue en el World Rugby Junior Trophy 2017, en cual participaron varios seleccionados actuales como Santiago Videla, Domingo Saavedra, Clemente Saavedra, Alfonso Escobar, Thomas Orchard, Nicolás Garafulic, Augusto Bohme y Javier Carrasco. Aquel duelo, disputado en el Estadio Charrúa de Montevideo, terminó en triunfo nipón por 28-22. Ahora, los Cóndores tendrán su oportunidad de revancha.
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