Esta semana conversamos con Andrés Díaz, árbitro nacional que se desempeña hace 3 años en Francia, encontrándose inserto en un alto nivel competitivo. Arbitraje a nivel local, designaciones a torneos importantes, entre ellos el Mundial de Rugby Amateur 2023, entre otros, son parte de las experiencias que Díaz comparte hacia el rugby nacional.
“Lo primero fue el amor” comenta Díaz al relatar que una de sus motivaciones para emigrar a tierras francesas fue la añoranza de su señora por estar junto a su familia; “ya habíamos vivido 5 años en Chile y ella extrañaba mucho a su familia”.
En ese marco, el referee nacional proyectó además su desarrollo profesional como ingeniero en el exterior, cosa que facilitó su migración al país europeo. “Debo reconocer que el Mundial de Francia 2023 empujaba esta decisión”.
No obstante, el rugby no quedó fuera de la ecuación. Díaz, que arbitraba a nivel nacional tanto por Federación como en las asociaciones de Santiago (Arusa) y Valparaíso (ARRV), conoció a árbitros galos en el marco de intercambios entre la Federación de Rugby de Francia (FFR) y Chile Rugby, quienes lo presentaron a los responsables de la Ligue Auvergne Rhône Alpes. Esto sería fundamental para poder encontrar un club al cual poder integrarse en calidad de árbitro.
“Es un proceso bien largo y tedioso en lo administrativo; tuve la suerte de llegar justo cuando estaban abiertos los libros de pases de los clubes, aún así, realicé la gestión administrativa en junio y recién pude arbitrar en noviembre del 2021 (…) la solicitud para arbitrar demora un par de meses, considerando que en Francia hay más de 5000 árbitros”, comenta Díaz.
Andrés hace hincapié en que, en el sistema francés, todos los árbitros son iguales: “el responsable de la región me realizó una presentación y apoyo administrativo para consultas, pero nada más. Todos los árbitros, independiente de la cantidad de años arbitrando o si han tenido participación internacional en World Rugby, pasan por el mismo proceso: deben iniciar de cero, arbitrando a divisiones inferiores y luego, depende de las evaluaciones, es el nivel de designaciones que alcanzas. Además, están las pruebas escritas, orales y físicas (…) evalúan todo, pero es muy claro y justo; uno sabe bien los puntos de evaluación y por ende los desafíos que cada uno se debe proponer”.
La especificidad que comenta el referee nacional también se debe a que en Francia solo Top 14 y Pro D2, primera y segunda división nacional respectivamente, operan bajo el reglamento de World Rugby. Las demás divisiones tienen reglamentación propia y es el referee quien debe que manejar las precisiones de una u otra: “en mi caso mi primer partido fue un M16 y mi segundo partido fue el clásico de la liga entre el LOU de Lyon vs CF Grenoble Rugby, en su versión femenina, y eran dos reglamentos totalmente diferentes”.
Actualmente, Andrés se encuentra en nivel 4 de arbitraje, lo cual es el máximo en la FFR, teniendo la oportunidad de arbitrar partidos de nivel regional y federal. Allí el chileno ha dirigido encuentros de la Reichel-Espoirs Elite, división correspondiente a los jóvenes de los grandes equipos del rugby francés.
“Haber alcanzado un lugar y haber aportado en lo que se conoce de Chile respecto al rugby, es un logro no menor. En lo personal, la designación al Mundial de Rugby Amateur 2023 y haber dirigido la final del rugby seven masculino de la Ligue Auvergne Rhône Alpes de Rugby, son dos importantes pasos en mi carrera”.
En cuanto al Mundial de Rugby Amateur, Andrés representó a Chile vistiendo la tenida oficial de referato de Chile Rugby. “Fue complejo el uso del reglamento. Se ocupaba el reglamento amateur, por lo que para los árbitros y los equipos fue difícil adaptarse”. En ese contexto, el chileno fue el único extranjero que arbitró en cuartos de final, desarrollando el partido entre Nueva Zelanda y Tonga; “me habría encantado haberlo desarrollado con el reglamento internacional”.
En lo estructural, Díaz destaca la diferencia de recursos de los clubes franceses y como mantienen un arraigo con plano local. “Lo novedoso para mí, fue que eran clubes sociales, con familias detrás de ellos, donde se junta la gente de los pueblos; se reúnen para hablar todos y funcionan con una estructura muy profesional”.
Para el referee, algo que hace la diferencia en Francia, y que podría importarse al rugby chileno, es la estructura de evaluaciones, desarrollo y competencia, con un trasfondo y motivación real para la carrera de los referees. “En el rugby francés es muy raro que la misma terna de árbitros realicen la final del Top 14 dos años consecutivos. Si existiera esa rara posibilidad, significa que los formadores de árbitros están haciendo mal su tarea”.
Otro punto relevante para Díaz, es la estructura paralela a la FFR que se encarga del arbitraje: La Union Nationale de l’Arbitrage de Rugby. “Es una organización que colaboraba con la FFR y que buscaba fondos económicos y diversos beneficios para velar por el bienestar de los árbitros”.
En el futuro, Andrés señala que poco a poco va capacitándose para ser evaluador y TMO: “me queda poco tiempo en cancha (…) por ahora me enfocaré en esta temporada 2024-2025 y comenzaré a tomar nuevos cursos en FFR”.
“Siempre está la idea de volver a Chile, pero por ahora estoy sacando un máster como ingeniero, por lo que tengo que estar si o si en Francia por un tiempo (…) de igual forma sigo participando con los árbitros de la ARRV: pertenezco al comité de disciplina arbitral” señala Andrés, agregando que “ya ofrecí mi apoyo al coordinador de árbitros de Chile Rugby para volver a realizar intercambios entre la FFR y Chile Rugby, además de poder hacer capacitaciones en línea sobre temas reglamentarios. Espero que puedan responder luego los mails desde federación para coordinar actividades de apoyo al referato chileno”.
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