El pasado fin de semana, Marco López debutó por el Benfica en la 5ta jornada del Top 12 portugués, donde vencieron por 5-53 al CR Técnico. El chileno ingresó durante el segundo tiempo, aportando en el trabajo del scrum del cuadro rojo.
Con 22 años, el pilar se ha abierto camino en el rugby desde Concón hasta el rugby de Portugal. El formado en Costa del Sol, donde conoció el deporte a los 14 años, señaló que fue fundamental el apoyo de su entrenador Eduardo Martínez, con quien dio sus primeros pasos.
“Mi entrenador siempre me dijo que tenía el porte y las condiciones para llegar algún día a la selección. A los 16 quedé seleccionado para jugar el torneo Select 12 en Córdoba, Argentina, y desde ahí me empecé a tomar muy en serio lo que es el rugby, tomándolo como mi prioridad. Me ha abierto muchas puertas y encontrado una oportunidad para salir adelante y ayudar a mi familia”, comenta Marco.
Su llegada al rugby profesional se dio con Selknam, cumpliendo un sueño de infancia. “Siempre quise ser jugador profesional, como todo niño sueña en su deporte. Además, me motivaba mostrarles el camino a mis compañeros de club y a los niños de mi comuna, que no importa de dónde venimos: si uno se esfuerza y trabaja, los sueños se cumplen”.
El salto a Europa fue inesperado. “Yo me encontraba trabajando en construcción, después de ascender con mi club a Segunda División de Arusa, cuando me llegó un mensaje de un agente que estaba buscando primeras líneas para jugar en Europa. Charlamos, y me comentó la posibilidad de venir a jugar a Portugal, al Benfica. Para mí también siempre fue un sueño viajar a Europa a jugar rugby”.
La decisión no fue fácil, confesó López, pero contó con el respaldo de sus cercanos. “Hablé mucho con mi mujer, mi familia, mis amigos, y especialmente con Eduardo Martínez. Todos me dieron su apoyo, pero las más importantes eran mi mujer y mi madre, y como siempre, las dos me dijeron: ‘Tus sueños son mis sueños, y te apoyaremos con todo desde aquí’”.
Ahora en el Benfica, Marco tiene objetivos claros. “Espero estar peleando los primeros puestos de la liga, dejar bien en alto mi nombre y a todos los que represento, y disfrutar mucho esta linda experiencia. Sin duda, dejaré la vida en la cancha, que es lo que más me caracteriza como jugador”.
Sobre los Cóndores, Marco no duda en mantener la puerta abierta. “Obviamente jamás cerraré la puerta a mi país. Desde aquí estaré entrenando más fuerte que nunca, con unas condiciones impresionantes que me da el club, para que, cuando llegue el momento de vestir la camiseta de mi país, hacerlo de la mejor manera posible”.
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