Mark Cross, el reconocido entrenador de rugby, asumió recientemente el desafío de liderar a Universidad Católica, uno de los clubes más ganadores y destacados del rugby nacional. En conversación con RugbyChile.cl, entregó sus primeras impresiones tras su nombramiento, reflexionando sobre el cambio en su carrera y sobre los objetivos que lo motivan en esta nueva etapa.
“Quince años con un club, es mucho tiempo (…) me quedo con muchas conexiones con la comunidad [de COBS], se mantendrán vínculos. Los cambios son positivos, los cambios son por algo”, comentó, aludiendo a su extensa campaña con su equipo anterior.
Ahora, enfocado en el presente, Mark ve su llegada a Católica integrándose como coach del plantel adulto, bajo el proyecto liderado por el head coach Diego Sepúlveda, como una oportunidad para aportar con su vasta experiencia y contribuir al desarrollo del club.
Si bien Universidad Católica Rugby, posee una importante trayectoria y 20 títulos a nivel nacional, ha enfrentado en los últimos años desafíos que han afectado su rendimiento. Pese a ello, Mark está convencido de que el club tiene todo el potencial para recuperar el protagonismo que le corresponde: “Es uno de los clubes más grandes de Chile (…) ha tenido algunas dificultades para estar donde tal vez tiene que estar. El proyecto no está basado solo en resultados, sino en el trabajo que debemos realizar para que estos sean una consecuencia”.
Mark también destacó sus observaciones al enfrentarse a la Universidad Católica, señalando tanto fortalezas como áreas de oportunidad. “Oh, vi a la Católica con un potencial tremendo. La identidad que tiene en su forma de jugar tradicionalmente, sabemos, está claro”, señaló, subrayando la esencia del club. También identificó particularidades que lo motivan en su trabajo: “El tamaño físicamente del grupo me llama mucho la atención, los números en ciertas posiciones también me llaman la atención”.
El entrenador explicó que, a diferencia de otros equipos donde los jugadores comienzan desde edades muy tempranas, en Católica hay deportistas que se integran al rugby más tarde en su vida. Esto genera desafíos en la enseñanza y comprensión del juego, que, según Mark, deben abordarse de manera integral: “La construcción de esos jugadores es clave en lo físico, mental, táctico y técnico”. Lejos de ser una barrera, este escenario representa para él una oportunidad para aportar y trabajar en el desarrollo de una generación de jugadores más completa y preparada. “Tal vez no tan natural, pero más trabajado. Eso creo que es algo que me desafía y también me gusta, porque creo que es lo que estaba buscando”, declaró.
Para Mark, el éxito no se mide únicamente por las victorias, sino también por el proceso detrás de ellas. En este sentido, subrayó la importancia de construir una cultura sólida dentro del equipo. “Quiero ayudar a encontrar su identidad y aportar una cultura positiva donde los jugadores sean el centro del juego de su club”, expresó, destacando su compromiso con el desarrollo integral de los deportistas.
El entrenador también puso énfasis en el aspecto técnico y estratégico del rugby, señalando que una de sus prioridades será fortalecer el entendimiento del juego entre los jugadores: “La comprensión del juego es algo que debemos enfocar para que ellos entiendan lo que queremos de un jugador”. Este enfoque busca no solo mejorar el rendimiento del equipo, sino también formar atletas más completos, capaces de adaptarse a distintos escenarios dentro y fuera del campo.
Otro punto relevante en el proyecto de Mark con Católica es su interés por contribuir al rugby chileno en su conjunto. “En las primeras conversaciones que tuve, nuestra meta como club es la proyección (…) queremos trabajar en la construcción completa de los jugadores y aportar lo más posible a Chile”, afirmó. Esta visión no solo posiciona a Universidad Católica como un club competitivo, sino también como un semillero para las selecciones nacionales, un aspecto fundamental para el crecimiento del rugby en el país.
Además de los objetivos deportivos, Mark destacó la importancia de las relaciones humanas en su trabajo. Según explicó, la construcción de un equipo exitoso comienza con la confianza y el respeto mutuo entre jugadores, cuerpo técnico y la comunidad en general. “Desde la observación, las relaciones personales y una cultura sólida, podemos construir algo grande”, aseguró, dejando en claro que su enfoque trasciende lo deportivo para impactar también en el ámbito social.
El camino no será sencillo, pero Mark se muestra optimista y comprometido con el desafío. “Trabajando poco a poco, etapa a etapa, eventualmente vamos a lograr buenas cosas”, concluyó, apelando también al gran aporte que significa la hinchada: “es un gran público que apoya en los buenos momentos y levanta en los momentos más difíciles”.
Para un mundialista cruzado, y referente del club, José Ignacio Larenas «Lo veo algo muy interesante en lo que puede aportar, viene de una cultura distinta a lo que juega UC, lo conozco harto estuve con él cuando dirigió la selección y nunca cortamos relaciones. Creo que Mark se viene sumar a un proyecto institucional bien ambicioso que está teniendo católica en cuanto al equipo que se está armando»
De esta forma, la “ucé” llegará con aires renovados a esta nueva temporada, bajo el liderazgo de un entrenador que combina experiencia, visión estratégica y una gran capacidad motivacional. Para el cuadro cruzado será un año donde junto con buscar grandes logros, estarán trabajando en recuperar la identidad y el prestigio que los sitúa como uno de los equipos más ganadores del rugby nacional.
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