El equipo antofagastino se inclinó ante las potencias de la Región del Biobío, es decir, frente a Saint John’s School y Los Troncos. Por otro lado, consiguió un valioso triunfo ante Pangue de Chillán en Tineo Park. Sin embargo, más allá de lo estrictamente competitivo, el viaje sirvió como una buena instancia para fortalecer lazos entre instituciones regionales y mantener vivo en los jóvenes los valores fundamentales del rugby, tales como el respeto, la camaradería, la generosidad, entre muchos otros.
Sin embargo será una experiencia que no olvidarán. La gira de los jóvenes de Antapacay marcará un precedente como el inicio del sano encuentro entre la institución antofagastina y los clubes más importantes de la Región del Biobío, como lo son el Saint John’s School y el Club Los Troncos.
La delegación nortina estuvo compuesta por 24 jugadores más el staff técnico encabezado por el coach de la M18, Sergio Morales, el coach de Primera de Antapacay, Julio Oldstric, y el dirigente y mánager, Andrés Rosales. Todos hicieron llegada a Concepción a través de vuelo directo el jueves 16 a eso de las 12 del día.
Posterior a la llegada, el cuadro nortino fue rápidamente recibido por Pedro Cáceres, profesor del Saint John’s School, y uno de los principales gestores de la gira. Desde el Aeropuerto Carriel Sur se llegó inmediatamente a las excelentes instalaciones deportivas del colegio ubicado en El Venado, San Pedro de la Paz.
Allí, en primer lugar, staff y jugadores de ambos equipos compartieron un almuerzo. La instancia sirvió para que los chicos se conocieran e intercambiaran experiencias, puesto que posterior al partido cada joven antofagastino sería alojado en la casa de uno de sus pares.
En cuanto al cotejo, los chicos del Saint Johns’ marcaron claras diferencias y se impusieron 71-12 ante un equipo antofagastino que tuvo un buen comienzo, pero que no bastó para resistir el ritmo y la intensidad de los pequeños “leones”. Entre los puntos altos del equipo del colegio británico destacaron el primera línea Baltazar Gurruchaga, el fly Felipe Méndez, Nicolás Game, entre otros, muchos de ellos con nivel de selección.
Vale destacar que los chicos del Saint John’s hace poco (buscar fecha) regresaron invictos de una gira que realizaron en Sudáfrica, lo que explica que están por sobre la media del nivel rugbístico en la región.
“El partido fue duro, ellos tienen jugadores buenos, y es una experiencia diferente para nosotros. La recepción fue muy buena, un siete, nada que decir”, declaró José Torres, capitán de Antapacay.
DISTENSIÓN Y MENTALIZACIÓN
En el segundo día, el viernes, los chicos llegaron hasta el auditorio del Saint John’s School, en donde el profesor Pedro Cáceres les brindó una excelente charla acerca de sus propias experiencias en torno a la ovalada –es uno de los fundadores del club Old Johns’–, y de la historia del rugby tanto a nivel internacional, como nacional y local.
“La visita de Antapacay fue un éxito desde todo punto de vista. Para los locales por tener la oportunidad de jugar con un club de una región tan lejana y compartir los valores de este deporte, y para ellos, para generar lazos como equipo y también tener la oportunidad de jugar con equipos y en canchas diferentes a las que están normalmente acostumbrados. Una alegría que al parecer todo haya salido muy bien”, reflexionó Pedro Cáceres, hombre clave del rugby penquista.
Por su parte, Sergio Morales, coach del equipo visitante, valoró la experiencia vivida por sus dirigidos con los alumnos del Saint John’s. “Fue tal cómo esperábamos. Los chicos tuvieron un partido durísimo. Mi expectativa era que los chicos conocieran la realidad del rugby del sur de Chile, que es totalmente distinta a la nuestra, acá es más duro”, explicó.
Tras ello, la delegación visitó algunos atractivos turísticos y culinarios de la zona. Primero se acercaron al Huáscar, ubicado en Talcahuano, y luego concurrieron hasta el restaurant Don Mino en la localidad de Dichato para disfrutar de un almuerzo. Pasada la hora de la comida, el staff volvió a poner el foco en las falencias y en reforzar los aspectos débiles del equipo de cara al triangular del día siguiente con Los Troncos y Pangue.
Por la tarde llegó el recibimiento del club Los Troncos en donde directiva, staff, jugadores y familiares del club “maderero” le dieron la bienvenida a la delegación en Tineo Park. Los jovenes “forestales” y sus familias también alojaron a los chicos en sus hogares.
EL DÍA “D”
La jornada del rugby juvenil comenzó el sábado a eso de las diez de la mañana. Hasta el Tineo Park llegaron los cuadros de Antapacay, Pangue de Chillán, y el equipo dueño de casa, por supuesto. Cada partido del triangular contó con una duración de 20 minutos por lado.
El primer encuentro fue entre el quince antofagastino y Pangue. Los chillanejos venían de organizar y participar constantemente del Torneo Interregional, mientras que los rojos llegaban de obtener el título interregional del norte. Por ende, se preveía un duelo entretenido.
En la primera parte, el quince de la Región de Ñuble se mostró superior llegando constantemente a través de sus potentes forwards a las 22 rival. No obstante, el cuadro de Antofagasta defendió con todo su ingoal e incluso llegó primero al try gracias a la anotación de Aldo Venegas a los 16’. La conversión fue de Francisco Aguirre.
Pero cuando el cuadro nortino tomaba confianza y se hacía de la ovalada, a los 10’ llegó una amarilla que los dejó momentáneamente con 14 jugadores. Al minuto después de la amonestación llegó el try de Pangue, mediante el apoyo de Javier Peralta. 7-5 quedaba el marcador en un partido muy parejo.
A los 17’ luego de buscar incesantemente, llegó el segundo try para los visitantes, a través del try de Eduardo Riquelme. Con esa anotación se cerraría el encuentro el cual quedó en un 12-5 para los chicos nortinos.
“Ellos tienen un juego muy rápido, se nota que saben jugar. Fue un partido muy apretado, con buena movilidad. Estuvo muy bueno. Son un buen equipo”, declaró Martín Pérez, jugador del “Puma” del Ñuble.
VERSUS TRONCOS: DE DULCE Y AGRAZ
El encuentro entre Antapacay y Troncos, en líneas generales fue bastante parejo. Si bien los chicos nortinos mostraron una mejora notable en relación al primer encuentro de la gira, aun así cayeron en un par de lagunas que no le permitieron manejar el partido a su favor, el cual pudieron haber ganado.
El primer ensayo fue del interesante octavo de la proyección “forestal”, Fabián Basualto a los 7’. Sebastián Landaur ratificó. A los 18’, y tras haber ganado un scrum en 22 rival, apareció William Rosales para anotar el primer try para quince del norte.
En la segunda parte apareció Norman Aguayo para otro try para el local, y con la confirmación de Landaur el marcador quedaba 14-5, poniéndose cuesta arriba para el “Rojo” antofagastino. Sin embargo, a los 33’ Aldo Venegas estrechaba el marcador, tras finalizar un buen juego de manos de los backs.
Pero la ilusión nortina acabaría tras un nuevo try del imponente Fabían Basualto, quien con su envergadura se hizo un camino y cerró el definitivo 19-10 para los “madereros”.
“Felicito a los jugadores de Antapacay que dieron un gran partido, muy áspero y juegan rápido. Ellos tienen tipos fuertes y van para adelante. La verdad es que tienen mucha garra. Agradecer a los dos clubes que vinieron, sobre todo a Antapacay que se ‘pegó el pique’ desde Antofagasta a enseñarnos como es el rugby de allá”, declaró el buen jugador, Jorge Ortíz.
EL APRENDIZAJE
Más allá de los resultados en sí mismos, el hito que significa esta gira pasa por generar alianzas y buenas sensaciones entre equipos del norte y del sur del país. Que chicos de distintas latitudes del país puedan compartir no sólo dentro de una cancha, sino que también afuera, generando vínculos días que probablemente derivarán en una amistad que los unirá por mucho tiempo más.
La excelencia y la competencia deportiva se irán consiguiendo a medida que este tipo de giras sigan expandiéndose a lo largo y ancho del país.
“La gira ha sido cansadora, disfrutamos harto de los partidos y nos vamos con muchas enseñanzas de Antofagasta”; “bastante aprendizaje, estamos lejos, pero vale la pena”; “sirvió para conocernos entre nosotros, y conocer más el rugby de acá del sur, una muy buena experiencia y a seguir progresando”; “es entretenido conocer otro realidad y saber más del rugby”. Son algunas de las impresiones de Nicolás Zamora, Nicolás Carrasco, Sebastían Pérez y Tomás Melej, todos chicos de Antapacay que ya están de vuelta en su ciudad, Antofagastaa a la espera de seguir viviendo y aprendiendo del deporte que tanto aman.
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