El sábado pasado se vivió la segunda edición del torneo “Somos Crack”, organizado por el equipo de Old School. Esta vez, los equipos de categoría senior se trasladaron al Estadio Municipal de Pedro Aguirre Cerda, donde se vivió una gran jornada de camaradería y rugby, con la impronta que solo los veteranos pueden entregar.
Contando con la ya habitual presencia del alcalde Juan Rozas Romero, quien dio las palabras de inicio del torneo y además ratificó su pleno apoyo al proyecto de Old School de difundir el deporte en la comuna, se dispuso un buen ambiente para jugar, con stands, música y mucha participación de los equipos fuera de la cancha.
Así, 6 equipos se reunieron para la gran fecha: Alumni, Old Gabs, Old Locks, VARC dijeron presente junto al equipo local; además, y pese a que los equipos argentinos confirmados no pudieron asistir, dada la contingencia nacional, los cordobeses de CAM Marcos Juarez llegaron con su delegación, representando el rugby trasandino. De esta forma, más de 150 jugadores se tomaron las dependencias municipales de PAC, disputando partidos donde lo fundamental era disfrutar del rugby con los amigos.
Dentro de los ingredientes especiales de la versión 2019 del torneo, se contó con la participación de Max Triviño, actual jugador de Old School, quién hace un año perdió parte de su pierna izquierda y que, tras una intensa recuperación, pudo volver a pisar una cancha usando una prótesis deportiva que le permitió jugar gran parte de los encuentros.
Ya en el tercer tiempo hubo momentos de alegría y jolgorio; entre los cuales, Cristian “Lulo” Rudloff, presidente de la federación de rugby y jugador del equipo senior de Alumni tomó la palabra para hacer patente la importancia de eventos de este tipo donde se pueda difundir el rugby en comunas que han estado lejos del desarrollo de este deporte. En sus palabras también agradeció el compromiso y el buen trabajo de los veteranos en mantener vivo el rugby y aportar desde “otra vereda” al desarrollo del deporte en nuestro país, ya sea apoyando a sus clubes o manteniendo los vínculos con aquellos que alguna vez jugaron cuando jóvenes.
Más allá de lo deportivo y de la grata jornada compartida por los equipos, cabe destacar que esta segunda edición del torneo marcó un hito para el desarrollo del rugby en la comuna ya que, por primera vez, se contó con la presencia de clubes tradicionales del rugby santiaguino, tales como Alumni y Old Locks, lo que es una clara muestra de la apertura y masificación del deporte ovalado en este último tiempo.
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