Durante todo lo que va de pandemia, hemos podido conocer los casos de distintos rugbistas nacionales que han estado desde distintos frentes apoyando los trabajos para palear los efectos de la actual crisis sanitaria. Entre ellos, Francisco Urroz, el destacado jugador de Old Reds y seleccionado por los Cóndores (XV y 7s) y Selknam, ha estado trabajando duro aportando como interno de medicina en las labores del Hospital Barros Luco.
Ubicado en plena Gran Avenida, Santiago, el Hospital Barros Luco ha sido uno de los establecimientos claves que han podido ayudar a controlar los casos de COVID-19 en la zona sur de la Región Metropolitana. Hasta allí llega Francisco Urroz en calidad de interno de medicina de la Universidad de Chile, a prestar ayuda en labores médicas para poder dar tratamiento y esperanza a quienes en este momento padecen de COVID.
“Los primeros meses estuve en la casa con mi mamá y mi hermana, que justo había llegado de jugar Hockey en Holanda, así que por suerte hemos podido estar los 3 juntos” nos comenta Francisco, para quién toda esta situación ha supuesto un importante desafío en lo personal y en lo profesional. Tal como señala, los primeros meses pudo mantenerse en casa, entrenando y preparándose emocionalmente para lo que sería trabajar “en la primera línea”; “por parte de mi familia igual existe cierto grado de preocupación por esta infección que es relativamente nueva, de la cual no se sabe mucho” nos comenta, agregando que “finalmente me entendieron que tenía esta inquietud de poder ir a ayudar y seguir aprendiendo”.
Desde entonces, el fullback de los Selknam ha estado trabajando en el hospital de la comuna de San Miguel, desde donde nos trasmite parte de sus sensaciones. “Por parte de mis amigos, he recibido muchos mensajes de apoyo y de sentimiento de orgullo de que esté ahí, enfrentando esta situación aportando, desde lo poco que puedo hacer en la primera línea, ayudando en sala y realizando seguimiento a pacientes”. Así mismo, nos comenta que por parte del mundo del rugby también ha sentido un fuerte apoyo, “hay mucha incertidumbre por saber como va la cosa, como se ve en el hospital, cual es el pronóstico para las próximas semanas, si la curva va a disminuir…pero siempre me escriben haciéndome sentir su apoyo”.
Siempre con su personalidad característica, que le llevó a ser uno de los referentes en el campo de juego, Francisco nos hace sentir que las preocupaciones por la situación actual son reales y que ante ellas, los profesionales de la salud se han tenido que exigir al máximo. Es por ello que destaca que gracias al rugby ha podido exigirse al máximo: “rescato el amor al trabajo duro, ya que hay mucha pega por hacer (…) la consistencia y la constancia son algunas de las cosas que se necesitan al momento de una carrera profesional de rugby, y que también son aspectos que se pueden llevar fuera de la cancha y que me han servido durante toda mi carrera”, y cambiando a un tono más serio agrega, “la resiliencia y la fortaleza mental que hay que tener en estas situaciones es super importante, sobre todo porque en este caso fue super inesperado para todos y algo muy fuerte con lo cual hay que trabajar…se esta muriendo gente, gente joven incluso, por lo que hay que estar bien de la cabeza”.
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