Para quienes viven en torno al rugby, es común conocer múltiples historias que nos hablan de una magia y mística que rodean el deporte ovalado. Solemos recordar grandes jugadores, hazañas de clubes u otras historias que enriquecen la disciplina que nos convoca semana a semana. Sin embargo, más allá de la cancha y de los clubes, el rugby ha sabido ser una herramienta de vida y transformación social por mérito propio, construyendo algo cercano a una filosofía de vida, que rige a “la comunidad del rugby”. Hoy, es una de esas historias la que nos convoca; más allá de la cancha y de los campeonatos, pero que sin duda son piedra angular de la pasión de la ovalada.
Hace un tiempo atrás pudimos conocer parte del proyecto del VARC, que tuvo de gira a su equipo femenino en Francia y que, poco antes de la pandemia, también tuvo a integrantes del equipo villalemanino presentes en tierras galas, capacitándose en materia deportiva. Uno de los artífices de estos logros del club concho vino fue José Luna, presidente del club Jeunes Abraysiens Solidaires, de Orleans, Francia, y miembro del Comité Departamental y Regional del rugby de la región.
José comenzó su relación con el rugby de manera particular. En el contexto de la dictadura en Chile, las situaciones políticas en el país lo llevaron a tierras europeas. Allí, inspirado por la figura del Ernesto “Che” Guevara, conoció el rugby; “conocí el rugby ya que, uno de los ejemplos de vida que tengo [Ernesto Guevara] lo había jugado en la universidad…pienso que en el rugby se encuentra el combatiente, pero que es solidario con sus compañeros…si no trabajas junto a tu equipo, no puedes avanzar; debes pensar siempre en el colectivismo…eso me cautivó del deporte” comentó señalando que nunca había llegado a practicar el rugby competitivo pero, de manera recreativa, este le llevó a relacionarse con su entorno.
Llegando a Francia comenzó a acercarse al rugby, sobre todo desde una mirada social y de ayuda hacia los sectores vulnerables. En esa línea, y acorde al trabajo de ‘cohesión social’ de la Federación Francesa de Rugby para acercar el deporte ovalado a los sectores pobres, José encontró un espacio de trabajo político-social. “Soy representante a nivel regional del Rugby Social Club, allí elaboramos políticas para trabajar con los barrios populares; ‘sensibles’ como les llamamos acá, ya que hay mucho inmigrante, sobre todo de África y del Mar Grebo, donde nosotros tratamos de ayudar a los jóvenes a salir de sus problemas sociales a través del deporte” señala Luna, agregando “ese es mi trabajo, apoyando en lo social a la comunidad, donde el rugby es una herramienta excelente, que yo la amo…cuesta muchísimo sacar a los chicos de los barrios y llevarlos a los clubes, pero de igual forma hemos podido llevar el rugby a las escuelas, además de también apoyar de muchas formas para incentivarles la práctica de este deporte, para que poco a poco se motiven a practicarlo e insertarse en la vida del club”.
Desde sus instancias de participación en Francia, José ha trabajado por ayudar al rugby chileno en la medida de lo posible; “jamás he dejado de ser chileno y trataré de entregar lo mejor para ayudar al rugby chileno en su desarrollo”. En ese sentido, como dirigente en el comité regional del rugby de la región centro de Orleans y su participación con el Club Jeunes Abraysiens Solidaires, poco a poco José comenzó a diseñar la forma de apoyar al rugby local. La oportunidad para comenzar este proyecto llegaría en 2006, cuando comenzó a trabajar en la difusión del rugby con motivo del mundial, “como era chileno, se me encargó que estuviera a cargo de establecer relaciones con otros países…evidentemente el primer país con el que traté de tener relaciones fue Chile”. Esto llevó a que Luna en 2008, en un viaje que tuvo al país, conociera a un equipo en formación en San Antonio; “de allí, con un dirigente de acá, comenzamos a trabajar en un programa que consistía en 4 partes; en la primera, nosotros íbamos a Chile con un técnico, cosa que hicimos en 2012, dando clínicas en San Antonio, Quilpué, Villa Alemana y Santiago. Luego, en la segunda parte, trajimos dirigentes chilenos acá, teniendo al entrenador del ‘San Antonio’, German Rivera, y a Felipe Martínez [ARRV], dirigente de la región. Después la idea era llevar a un equipo femenino de Francia a Chile, cosa que no se pudo lograr; no así la cuarta parte, que consistía en traer un equipo femenino a Francia, que se materializó con la gira del VARC en 2017”; resume así José parte del trabajo que han realizado en estos años con el rugby chileno y con el VARC.
Recientemente, trabajando bajo el modelo de los intercambios, Matías Rojas y Carla Jorquera, ambos integrantes del VARC, estuvieron de intercambio en Orleans, en cursos enfocados en coaching, Además, José nos señala que actualmente se trabaja en un proyecto junto a la Municipalidad de Villa Alemana, para poder oficializar los intercambios con la región francesa, a fin de poder fomentar la formación de staff técnico y deportivo del rugby local.
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