El pasado sábado 18 de diciembre, en las dependencias del campus San Joaquín de la Pontificia Universidad Católica, se disputó el encuentro de rugby XV femenino entre la Asociación de Rugby de Santiago, Arusa, y el cuadro de la Pangue, representativo de la región de Ñuble; trayendo de vuelta el XV jugado por mujeres a la zona metropolitana, tras años desde la última vez que las mujeres jugaron en esta modalidad en la región.
El encuentro, dirigido por Frank Méndez, transitó por pasajes de buen juego para ambos cuadros, quienes mostraban un buen espectáculo en la cancha. Tanto así que el marcador terminó en un ajustado 15 – 12 favorable a las metropolitanas.
“Estábamos muy contentas y con ganas de jugar, teníamos una mezcla de nervios y felicidad que también se reflejó durante el partido, pero en general nos sentimos muy confiadas del trabajo que como equipo hemos estado forjando” señaló Olga Pinilla, jugadora de Lions y capitana del equipo de Arusa, agregando que “para casi todas es un juego nuevo y tanto para el staff técnico como para las jugadoras es un desafío hermoso.”.
Gissel Castañeda, jugadora de Vobgs y actual entrenadora en programas de formación de Sudamérica Rugby para expandir el rugby XV femenino en la región, señaló respecto a la experiencia que “en el rugby XV cada jugador posee un rol y sabe lo que debe hacer en cancha de acuerdo con el papel que le toque, no tanto así el 7´s, donde muchas veces esos roles se van rotando en el juego. Por esto, es esencial que se puedan trabajar las destrezas o recursos específicos por puesto, de esta manera cada jugadora podrá cumplir con su tarea dentro del juego y sabrá cómo reaccionar y que hacer en cancha, sea esto en defensa o ataque.”.
Para Castañeda, el desafío del rugby XV, teniendo en cuenta el amplio desarrollo del Seven, radica principalmente en trabajar en base a la seguridad del juego. “Sabemos que el rugby quince tiene más contacto físico, y la cantidad de minutos que se juega es mucho mayor, por lo tanto, los entrenadores deben junto al staff trabajar en base a las demandas físicas específicas de la modalidad. (…) en quince nos encontramos con distintas plataformas de obtención que contienen un mayor número de participantes, como puede ser el line, scrum o el mismo ruck; por lo tanto, es muy importante trabajar de manera progresiva estas destrezas grupales, realizando ejercicios desde lo más simple hasta lo más complejo, para así poder llegar a una plataforma en que a las jugadoras les permita seguridad necesaria y comodidad al realizarlos.”.
“En el partido contra Pangue, nos enfocarnos en lo que hemos aprendido, ejecutándolo de la mejor manera. Se notaba que nuestras rivales estaban bien preparadas y mostraron un planteamiento de juego claro y limpio. Tenemos muchas ganas de continuar jugando XV, este partido fue súper motivante para continuar entrenando aspectos específicos del juego y muchas de nosotras nos sentimos más aptas para esta modalidad pero no cabe duda que debemos continuar potenciando las dos aristas del rugby jugado por mujeres que son el Seven y el XV”, concluyó Pinilla, dejando claro que este encuentro fue solo el puntapié de inicio de la modalidad en la Región Metropolitana.
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