El segunda línea de Selknam Rugby y la selección chilena, Javier Eissmann, conversó con Rugby Chile respecto de las sensaciones que ha dejado entre ‘los Cóndores’ la histórica clasificación del equipo a su primer mundial de rugby en la historia, luego de dejar en el camino a la selección de Estados Unidos. Esto, luego de una intensa llave de ida y vuelta que comenzó en el Estadio Santa Laura de Independencia, y que se definió en suelo norteamericano.
Al respecto, Eissmann explicó que: «El último año se ha visto que ha crecido un montón (el rugby). En este momento tenemos rugby de Arica a Magallanes, en la mayoría de las regiones del país, pero sin duda falta un largo camino por recorrer. O sea, todos saben que el fútbol es el deporte rey en Chile todavía, pero la participación en el mundial lógicamente que sirve para darle mayor visibilidad al rugby; acercarlo a gente que tal vez no conoce tanto del deporte. Y que se encante con él también».
Otro de los puntos tocados por el espigado jugador formado en el Club Deportivo Universidad Católica, fue el de los contratos para jugadores, un punto que a todas luces tiene aún mucho trabajo pendiente en el país, uno que se ha acostumbrado a privilegiar más a deportes ‘tradicionales’ como el fútbol o el tenis, dejando muchas veces de lado a otros como el rugby o el básquetbol. Eissmann, a propósito de los avances en materia contractual en el deporte, comenta que:
«Han habido avances en distintas áreas. Por ejemplo, en materia legislativa, en el fútbol femenino, todavía hay mucho por hacer. Por ejemplo, los contratos de los deportistas en Chile se rigen por una ley que está diseñada para los futbolistas (…) no está tipificado para otro tipo de deportes. Ahí, por ejemplo, hay harto que trabajar en eso. Nosotros somos rugbistas profesionales hace un par de años, y en el fondo nuestros contratos no reflejan eso; porque la ley está diseñada para futbolistas profesionales. Y hay una gama más de deportistas profesionales en nuestro país».
Por último, uno de los elementos más llamativos de la realidad del rugby en el país tiene que ver con los sacrificios que muchos de los jugadores deben hacer para poder dedicarse al deporte. Estos, van desde sacrificar tiempo familiar, laboral o incluso universitario, con tal de poder acompañar a sus equipos o selecciones en eventos, muchas veces teniendo que pedir permisos especiales, aquellos que ya se encuentran en edad laboral. Eissmann, quien es Ingeniero Civil de la Pontificia Universidad Católica y que se inició en el rugby como jugador del CDUC, relata que:
«Yo soy de Católica, al igual que José Ignacio (Larenas). Venimos de ese club. El rugby en Chile es amateur, o sea, todos los rugbistas de ahí dividen su tiempo de familia y el rugby, no como en otros países como Argentina, que son mucho más avanzados, y el alto rendimiento al final no va por ahí. La consagración de la liga nacional no es un imperativo, no es tan necesaria digamos; o sea, lógicamente que sería espectacular, pero hemos demostrado que el alto rendimiento es mucho más que eso».
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