Los Springboks y el XV de la Rosa protagonizaron un cerradísimo partido para definir al segundo finalista de Francia 2023, en un emocionante encuentro que se vivió como una reedición de la final de Japón 2019 protagonizada precisamente por Inglaterra y Sudáfrica, justamente en la previa del duelo por el título del Mundial de Rugby.
Sumando con el pie
Owen Farrell abrió la cuenta con un penal en el segundo minuto de partido, abriendo minutos donde Inglaterra dejaría una mejor imagen que los sudafricanos, presionando intensamente y forzando el error de los Springboks.
Los británicos lograron llevar a que sus rivales sacaran un line muy cerca de su propio ingoal, pero retomarían la posesión luego que el árbitro considerara el servicio parcial. En el scrum, los europeos lograrían administrar bien el juego y arremeter contra los sudafricanos que acabaron cometiendo una infracción muy cerca de la H que Farrell castigó con 3 puntos para el 6-0 transitorio en 10 minutos.
Sudáfrica comenzó a entrar en juego poco a poco, desatando un partido de imprecisiones mutuas forzadas por la precisión de un rival de máxima exigencia. En este marco, fueron capaces de aprovechar un penal que les permitió descontar 6-3 por el pie de Manie Libbok a los 21′, pero Inglaterra devolvería la gentileza luego del tiro de Owen Farrell tras infracción sudafricana a los 24′, manteniendo la distancia en 9-3.
El juego empezó a hacerse cada vez más en el campo inglés, y aunque el partido estaba siendo bastante tosco, trabado y de muchísimo contacto, esa son las clases de encuentros que requieren un mayor grado de concentración, forzando un desgaste no sólo físico, sino también emocional.
Farrell mantiene la ventaja en Inglaterra – Sudáfrica
Eventualmente las cosas se darían para Sudáfrica y conseguirían un penal cerca del ingoal. Los Springboks no dudarían y enviarían a Handre Pollard por la conquista del 9-6 (35′).
Farrell defendería la ventaja cobrando un penal fantásticamente desde el sector derecho y sin importar la distancia enviaría la ovalada a la H, dejando el juego 12-6 para despedir el primer tiempo.
El duelo siguió con la misma temperatura durante el arranque de la segunda parte, aunque Sudáfrica paulatinamente comenzó a anunciar un poco más y llegó a estar muy cerca del try en los albores de los 50’s, pero Owen Farrell contestaría para Inglaterra con un excelso drop goal a los 52’ que puso la diferencia en 15-6.
El partido no entregaba demasiados espacios, ambos elencos evitaban dejar espacios, pero con el correr de los minutos esta clase de encuentro se le hacía cada vez más conveniente a los británicos, que llevaban una ventaja de 9 puntos.
Los Springboks consiguen la épica
Sudáfrica logró reaccionar en el ocaso del partido, y en el minuto 69’ supieron imponerse en el line para enhebrar la acometida de RG Snyman, que con la conversión de Handre Pollard dejaba las cosas 15-13 cuando solo quedaban 10 minutos en el reloj.
La intensidad y emoción subiría hasta un grado que no se había visto en el partido y eventualmente los Springboks conseguirían ponerse arriba en el marcador muy cerca del pitazo final, gracias al penal de Handre Pollard al 78′ que le daba la victoria transitoria a Sudáfrica 120 segundos de despedir el partido con un marcador de 15-16.
Inglaterra peleó con todas sus fuerza en la última jugada, intentó crear una ocasión que pudiera revivir el sueño inglés y se adueñaron de la última posesión, hasta que la resistencia sudafricana llevaría al knock on que desataría el pitazo final y la algarabía de Sudáfrica, el campeón del mundo que volverá a defender a su título en la final de Francia 2023.
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