La historia del rugby suele considerarse a partir de 1823, año en que según la tradición legendaria, William Webb Ellis, un estudiante del colegio de la ciudad de Rugby, «con fina desobediencia de las reglas del fútbol», tomó la pelota con las manos y la llevó hasta la meta contraria, marcando un gol durante un partido de football primitivo (mob football) -o «fútbol de carnaval» según su denominación en España-, abriendo camino a la diferenciación entre los diferentes tipos de football que originaron la sanción de reglas en la segunda mitad del siglo XIX, entre ellas el fútbol rugby, es decir el football practicado según las reglas del Colegio de Rugby.1
En abril de 2010, 116 uniones nacionales eran reconocidas por el International Rugby Board, la asociación que gobierna las federaciones de rugby en el mundo.
Durante el siglo XIX se desarrolló entre los colegios privados de Inglaterra un proceso de definición de las reglas del football, un juego poco definido -que los hispanohablantes denominaron fútbol de carnaval-, que los estudiantes practicaban en cada pueblo británico según sus propias reglas. De ese proceso de reglamentación surgirían el rugby y el fútbol modernos, así como otros deportes emparentados.3
La tradición atribuye la invención del rugby a un estudiante de teología del Colegio de Rugby. Según el relato tradicional, en 1823, durante un partido de football o fútbol de carnaval, William Webb Ellis, «con final desobediencia de las reglas del fútbol», tomó la pelota con las manos y la llevó hasta la meta contraria, obteniendo un gol. La historicidad del hecho ha sido reiteradamente puesta en duda,4 5 pero es aceptada oficialmente por la International Rugby Board como primer antecedente del rugby moderno,1 y el trofeo que se entrega a los ganadores de la Copa del Mundo de Rugby lleva su nombre.
A mediados del siglo XIX surgió la necesidad de unificar las reglas del juego y ponerlas por escrito. En la década de 1840 Gran Bretaña había desarrollado una red ferroviaria que conectó entre sí a las ciudades de la isla y una de sus consecuencias fue impulsar y multiplicar los encuentros deportivos intercolegiales.6 A pesar de que los contrincantes acordaban antes de cada encuentro las reglas a que se sujetarían, las discusiones y peleas sobre las acciones que estaban permitidas o prohibidas, fue un inconveniente cada vez más notable.
Los estudiantes de los colegios ingleses comenzaron entonces a escribir las reglas, con el fin de unificarlas. El primer colegio en hacerlo fue el de Rugby, donde el fútbol se había practicado en una versión muy física, utilizando zancadillas y amontonamientos («hacking» y «maul») y permitiendo tomar, pasar y correr con la pelota en las manos. Las Reglas de Rugby fueron escritas el 28 de agosto de 1845 por tres estudiantes, William Delafield Arnold, W.W. Shirley, y Frederick Hutchins.8 Estaba integrado por una serie de considerandos y 37 reglas que constituyen el primer antecedente reglado del rugby moderno. Allí figuran reglas que luego señalarían la identidad del juego, como los arcos en forma de hache, la conversión, el uso de las manos para llevar la pelota, la reglas del off-side, el «knock-on», el «scrummage», el «marck», el «hacking» (dar puntapiés, del verbo inglés «to hack», cortar a hachazos) debajo de las rodillas, etc.8
A las reglas de Rugby otros colegios opusieron reglas en las que se limitaba considerablemente el uso de las manos y el papel de la fuerza física. Entre estos colegios se destacaron las reglas escritas por Eton (1847) y Cambridge (1848). Estos colegios sostenían que en sus reglas se promovía más la habilidad, mientras que en las de Rugby se promovía más la fuerza.3
A lo largo de esos años fueron formándose otros clubes para jugar con reglas basadas en las de la escuela de Rugby. De 1843 data la creación del club de «football» más antiguo del mundo, el Guy’s Hospital Football Club, formado por ex-alumnos de la escuela.7 El Dublin University Football Club, fundado en 1854, es el más antiguo de los clubes de «football» (bajo cualquier regla) aún en actividad. Blackheath, fundado en 18579 o 185810 fue el primer club no universitario que aún sigue en actividad.
Finalmente en el 26 de octubre de 1863 comenzó una gran reunión de delegados de los estudiantes de varios colegios en Londres, en una taberna llamada Freemason’s, con la intención de redactar un código de reglas que armonizaran los diversos métodos de juego que respondían a la denominación común de football. En la cuarta reunión se destacó que algunos periódicos habían publicado las reglas de Cambridge de 1863, que diferían del borrador de la Football Association en dos puntos fundamentales: «correr con el balón» y el hacking (patear las espinillas del rival); las reglas en controversia eran:
IX. Un jugador podrá correr con la pelota hacia la meta de sus adversarios si atrapa limpiamente el balón, o lo atrapa al primer bote; pero en caso de una atrapada limpia, si hace su marca no podrá correr.
X. Si cualquier jugador corre con la pelota hacia la meta de sus adversarios, cualquier jugador del equipo oponente tendrá libertad de cargarlo, agarrarlo, ponerle una zancadilla o darle puntapiés en la espinilla (hack), o arrancarle el balón, pero ningún jugador podrá ser agarrado y pateado (hacked) al mismo tiempo.
En la quinta reunión se propuso eliminar estas reglas. F.W. Campbell, del club Blackheath, sostuvo que el hacking era un elemento esencial del juego y que eliminarlo «quitará todo el coraje y la valentía del juego, y me sentiré tentado a traer un montón de franceses que los derrotarán con una semana de práctica». La mayoría de los colegios mostraron su preferencia por la eliminación de las reglas controvertidas, sancionando las 13 reglas originales del fútbol asociación y fundando The Football Association. Cambpell retiró a Blackheat explicando que las reglas expurgadas destruirían el juego y todo interés en él. Otros clubes siguieron a Blackheat y desde ese momento, el rugby y el fútbol siguieron caminos propios, separándose del tronco común.
En restorán Pall Mall de Londres el 26 de enero de 1871 se fundó la primera federación de rugby football, la Rugby Football Union de Inglaterra, integrada entonces por 22 clubes. Tres abogados que habían sido alumnos de Rugby se encargaron de redactar el primer reglamento, que se aprobó en junio de 1871. El 27 de marzo del mismo año se disputó el primer partido internacional entre Inglaterra y Escocia en Edimburgo. En 1877 el número de jugadores se redujo de 20 a 15 por equipo.
Con la extensión del rugby por Gran Bretaña, se organizó en 1883 el primer torneo periódico internacional, el de las Cuatro Naciones, entre los cuatro países británicos: Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda. En 1886, Escocia, Gales e Irlanda fundaron la International Rugby Football Board, organismo rector de este deporte. En 1895 se produce una escisión dentro del mundo del rugby y aparece la variante de rugby con trece jugadores.
El 24 de marzo de 1934, en Hannover, la Fédération Internationale de Rugby Amateur (FIRA) se formaba a instancias de los franceses. Estaba diseñada para organizar el rugby union fuera de la autoridad de la IRB. Incluía y reconocía los equipos nacionales de Alemania y Francia, naturalmente, pero también; Bélgica, España, Holanda, Italia, Portugal y Rumania. Los estatutos y las regulaciones sellaban la operación y la declaración oficial de nacimiento quedó registrada en el Boletín Oficial de la República Francesa de 10 de junio de 1934.
Durante muchos años, las autoridades del deporte sospecharon que la junta directiva del rugby unión francés, la FFR, estaba permitiendo el abuso de las reglas sobre amateurismo y, en el año 1931, fue suspendida de jugar contra las otras naciones de la IRB (International Rugby Board). No obstante poco después (en 1947), Francia, donde el rugby tuvo un gran desarrollo, se incorporó al torneo de las naciones rebautizándose como de las Cinco Naciones; más recientemente, con el ingreso de Italia, se denominó Torneo de las Seis Naciones, el más importante del mundo, antes de la creación de la Copa del Mundo de Rugby, en 1987.
El rugby se difundió por el mundo, especialmente donde había importantes comunidades británicas, arraigando especialmente en Sudáfrica, Australia, Nueva Zelanda, las Islas del Pacífico Sur, y en Sudamérica, especialmente en la Argentina, y en menor medida en Chile y Uruguay.
El rugby tuvo también una gran aceptación en Oceanía, donde sustituyó las guerras tribales[cita requerida]. Una de las selecciones de rugby más poderosas del mundo, los All Blacks de Nueva Zelanda, integrada por jugadores tanto de origen maorí como británico, adoptó el «haka», una danza maorí, como costumbre previa a cada encuentro.